Los equipos de emergencias retiran cada día una media de dos nidos de velutina

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Desde que comenzó el verano se han eliminado en la comarca más de un centenar

17 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La comarca libra una silenciosa batalla contra la invasora avispa velutina. Después de los casos registrados el pasado verano, que desataron la alarma, ahora no cunde el pánico, pero el temor persiste y las llamadas se multiplican en las bases de los equipos de emergencia barbanzanos que, de media, están eliminando unos dos nidos diarios. Desde que comenzó la temporada estival, según los datos facilitados por los profesionales, se han retirado más de un centenar.

El responsable del GES de Muros, Ramón Lago, afirma: «A xente ten medo. En canto ven un niño chaman e queren que se lle vaia sacar no momento». Ayer por la mañana, el GES acabó con tres y el pasado sábado tuvieron cinco avisos.

Lo cierto es que todos los grupos se encuentran en la misma situación y saben que esta guerra no tiene fecha de finalización. El insecto asiático no para de expandirse y, como apunta Ramón Lago, «é como si tiveran intelixencia». Se refiere al hecho de que cada vez son más los nidos que encuentran bajo tierra: «Tápanos e pode pasar tempo sen ser vistos. Nunha casa atopárono ao facer uns desbroces no xardín».

La totalidad de los equipos de protección civil y emergencias disponen de trajes para hacer frente al intruso asiático y, además, han recibido la formación precisa. De hecho, la erradicación de sus guaridas se ha convertido ya en algo cotidiano, aunque no por eso bajan la guardia.

Calle tomada en A Pobra

Comenta Xosé Narciso Pérez, el encargado de Protección Civil pobrense, que hay algunas zonas que están tomadas por las avispas: «Aparecen cada dous por tres». Como ejemplo habla de una curiosidad ocurrida entre las calles Rafael Calleja y A Paz, en el mismo casco urbano de la localidad: «Empezaron facendo un niño na entrada principal dun edificio que dá ás dúas rúas e déronlle toda á volta».

A la hora de hablar de los lugares de Boiro en los que más proliferan las velutinas, Nacho Pérez, jefe del equipo de emergencias, cita Cespón, Lampón, Cures y O Castro. Aunque la gran explosión de las avispas asiáticas se registró el pasado año, Nacho Pérez afirma que el primer caso lo tuvieron en el término hace cinco años: «Apareceu un nun hórreo».

Al igual que los responsables de otros grupos dedicados a las emergencias en la comarca, resalta que los vecinos tienen mucho miedo y piensan que la picadura puede ser letal, algo que no es cierto salvo en los casos de personas alérgicas.

Mientras tanto, las llamadas por la aparición de avispas se suceden y, si antes lo más frecuente era que se encontraran en árboles a gran altura, ahora la mayoría de las guaridas del insecto asiático que se están eliminando se sitúan en los entornos de las casas.

Galpones, porches, cornisas y los huecos de los cierres parecen haberse convertido en los lugares preferidos por las velutinas para colocar sus nidos.

También en Porto do Son han recibido hasta el momento un importante número de llamadas, como explica el encargado de Protección Civil, José Rego, quien comenta que los afectados suelen asustarse bastante.

La batalla continúa y no parece que vaya a terminar.