Una vida deportiva marcada por los obstáculos

Paula Riveiro / m. x. b. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

C. Queijeiro

La ex atleta María José Martínez supo sacar partido a las adversidades y logró cambios importantes en el mundo del deporte

14 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Vigo es la ciudad que la vio nacer, pero María José Martínez Patiño es barbanzana de corazón. Su familia es de Ribeira y, debido a la profesión de su padre, que era marino, de pequeña residió en la ciudad de A Coruña. Ex velocista y saltadora de vallas, soñaba con participar en las olimpiadas, pero unas pruebas de verificación de género no le permitieron alcanzar su meta. Lejos de rendirse, supo plantar cara a las adversidades y a día de hoy es una de las mujeres más queridas y respetadas en el mundo del deporte.

Su carrera empezó con tan solo 13 años, cuando entró en el equipo de atletismo. Estudiaba en un colegio de monjas cuando el entrenador preguntó a las alumnas si querían formar parte del grupo de deporte. Fueron muchas las estudiantes que levantaron la mano ante la propuesta, entre ellas Patiño: «Yo no era la mejor del equipo. Había niñas muy buenas y otras que se fueron quedando por el camino». Todavía no lo sabía, pero en ese momento empezaba su larga carrera.

El inicio de un sueño

Era el año 1976 y se retransmitían por televisión los Juegos Olímpicos de Montreal y la atleta se quedó entusiasmada con lo que veía. Fue en ese momento en el que afloró en ella el interés por el deporte de alto nivel y su sueño por llegar a participar en unas olimpiadas. Corrió en diversos campeonatos de España de atletismo y con 17 años recibió una beca para entrar en la residencia deportiva Blume, en Madrid.

Su gran logro llegó en 1983. Patiño participaba en el Campeonato del Mundo de Atletismo de Helsinki. En la prueba de 100 metros vallas logró su mejor marca en un campeonato internacional: 13’78 segundos. Su carrera estaba en auge, a cada paso que daba se superaba y lograba sus objetivos. Amenazaba con comerse el mundo y ser una promesa del deporte, pero se encontró con un obstáculo que no esperaba.

Se había quedado a un paso de participar en los Juegos Olímpicos d 1984 en Los Ángeles y su próxima meta eran los de Seúl en el año 88. Pero su sueño se vio truncado, pues en la Universidad de Kobe, en Japón, le realizaron unas rutinarias pruebas de verificación de género en las que se le detectaron cromosomas XY, propios del sexo masculino. En ese momento tenía tan solo 24 años y un futuro prometedor por delante, pero la normativa vigente en aquel momento le impedía competir: «Este síndrome no me suponía ninguna ventaja sobre las demás mujeres, pero la legislación no lo creía así».

Lejos de abandonar, supo mirar de frente a las adversidades y sacarle rédito. En ese momento empezaba su otra gran carrera: la legal. Patiño fue pionera en emprender una batalla para demostrar que esta alteración en los cromosomas no suponía ninguna ventaja en las competiciones y lo logró. Unos años después, la lucha daba sus frutos y se demostró que tenía razón. «A día de hoy hay muchas chicas que tienen el mismo síndrome, pero gracias al esfuerzo, esto ya no supone un impedimento», comenta la ex atleta. En el año 1988 se le retiró la sanción e intentó clasificarse para los juegos de Barcelona 92, pero sus marcas no fueron suficientes.

Aunque era tarde para ella no lo era para las demás féminas en el mundo del deporte que pasan por la misma situación, por lo que siguió trabajando y luchando para que la mujer en el deporte tenga el reconocimiento que se merece: «Actualmente España es un referente a nivel mundial, pero todavía nos queda mucho por mejorar»

Numerosos logros

En la actualidad es profesora e investigadora en la Universidad de Vigo. Forma parte de la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional como asesora científica y es investigadora asociada en The UCLA Institute for Society and Genetics en los Estados Unidos. Ha escrito varios libros sobre el deporte femenino de alto nivel y controles genéticos y hormonales. También ha realizado trabajos para prestigiosas publicaciones científicas como The Lancet, que es la segunda revista médica mas importante del mundo.

María José Patiño es una mujer querida y respetada en el mundo del deporte. Ha sabido plantar cara a las adversidades y no rendirse nunca para lograr sus objetivos y luchar por el deporte que existente hoy en día.