La búsqueda de superación de los miedos de la difícil adolescencia

víctor rodríguez

BARBANZA

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Con su segundo largo, Adelante Kavaite ha obtenido el reconocimiento nacional e internacional

08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

2015 • Lituania, Francia, Países Bajos • Adelante Kavaite • Julija Steponaityte (Sangaile), Aiste Dirziute (Auste), Jurate Sodyte (madre de Sangaile), Martynas Budraitis (padre de Sangaile), Laurynas Jurgelis (Saulius), Nele Savicenko (amiga de la madre de Sangaile), Inga Salkauskaite (madre de Auste) • En la semana con menos estrenos y de menor calidad desde la creación de la sección, asoma la cabeza el segundo largometraje -tras Écoute le temps (2006)- de la directora lituana, que en 2014 coescribió con Lucile Hadzihalilovic el guion de Évolution, Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián y Mención Especial del Jurado en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria (con el placer de ser una de las tres películas previamente destacadas por mí del festival).

Cuenta la historia hábilmente mezclando realismo y poesía de dos adolescentes, de sus experiencias durante el período de madurez y la búsqueda de superación de sus miedos: Sangaile, una chica callada y torpe de 17 años sueña con convertirse en piloto de acrobacias, pero su falta de confianza y el vértigo que sufre se lo impiden. En un espectáculo aéreo veraniego se encuentra con Auste, vivaz y atrevida, a la que le permitirá descubrir su secreto más íntimo, y en el proceso se encontrará con la única persona que realmente la anima a volar.

El argumento

«Cuando tenía 17, como la mayoría de los adolescentes, tenía prisa por tomar decisiones al mismo tiempo que estaba llena de dudas y miedo. Escribí la historia de El verano de Sangaile con la idea principal de que a veces basta solo con encontrar a alguien que te ayuda a verte con otros ojos para superar ciertas dificultades. La película aborda el comportamiento autodestructivo e inquieto de los adolescentes. Los momentos de miedo y sufrimiento ahora se nos revelan necesarios para encontrar equilibrio en nuestra vida, emanciparnos y crecer», apunta la realizadora.

En la película está presente, en segundo plano, «la brecha que separa la juventud lituana, nacida en un país democrático, de sus padres, que crecieron bajo un régimen totalitario. Hoy en día hay una falta grande de comunicación entre generaciones. Sin puntos de referencia sólidos, tienen que encontrar sus propias respuestas a preguntas del mundo de hoy».

Premiada en Sundance y Atenas por la dirección y con el reconocimiento a Julija Steponaityte por su papel de Sangaile en Estocolmo, ha sido elegida como una de las diez mejores películas de 2015 por Cahiers du Cinéma y fue la seleccionada por Lituania para luchar por la deseada estatuilla dorada.