¿Por qué los ingleses no quieren?

José Antonio Ventoso FOGUETES

BARBANZA

07 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Por qué los ingleses no quieren? Primero. Votaron a favor de irse los obreros, los conservadores nostálgicos del imperio, los pescadores y los agricultores, porque temen al futuro de la deslocalización empresarial y a la globalización financiera ¡Qué nos roban! Segundo. Votaron a favor los escoceses que desean quedarse con el petróleo del Mar del Norte y no soportan a los ingleses y el gran Londres que sí es europeísta y transnacional. Tercero. En un referendo casi siempre gana la pregunta positiva. El si era para irse, el no para quedarse. ¡Alucinante!

Cuarto. No se puede construir una unión sin unionistas. Gran Bretaña fue un dolor de muelas desde que entró en la U.?E. Que si excepción por aquí, si eso no lo quiero por allá, que si cheque por acullá. Al final no se entendía si era un estado miembro o un miembro autónomo, que exigía pasaporte, se negaba a participar en la unión monetaria, en la financiera del Banco Central Europeo o en la persecución del fraude. En la mayor parte de los paraísos fiscales ondea la bandera de la U.?K. no permitía libre circulación de refugiados, salvo los financieros.

¿Qué lecciones podemos aprender? Las excepciones a un territorio, las relaciones bilaterales U.?E.-Gran Bretaña terminaron por no gustar a nadie. Unos porque todo lo consideran escaso, otros porque las concesiones a un país también las querrían para ellos y al final una insatisfacción mutua se expande a modo de virus por toda la U.?E.. En España, PSOE y Podemos anunciaron una reforma constitucional para darle a Cataluña un trato distinto, la respuesta electoral fue contundente: no queremos trato de favor a nadie, ¿tan difícil es entenderlo? Segunda reflexión. Los ingleses no lo saben pero votaron a favor de seguir en Europa, en caso contrario Gran Bretaña volará en mil pedazos y dejará un país arruinado y empobrecido. Tercera reflexión: los partidarios de celebrar referendos vinculantes en España debieran encerrar sus propuestas en el cajón de las ocurrencias arbitristas e inútiles.

Cuarta reflexión. En momentos de crisis no puede distraerse al personal con propuestas mesiánicas, sino alinear las sinergias de un país para salir del atolladero. En medio de la tormenta, la tripulación de un barco no debe abandonar sus tareas para debatir si destituye al capitán, echa a pique la parte dañada de la estructura o abandona el buque, al grito de: ¡Sálvese quien pueda, siempre que sea yo! Quinta: Europa solo tiene futuro si decide ser más Europa y no una jaula de grillos. ¿A qué aspiramos? ¿Cómo conseguirlo? Los ganaderos de la comarca son un ejemplo. Primero tenían que dimensionar sus explotaciones a un mínimo de 70 vacas, después endeudarse para comprar cuota, para finalmente recibir como premio a tanto esfuerzo la desaparición de las cuotas y el mercado libre, ¿usted qué conclusión consideraría útil ante su previsible ruina?

Los armadores invirtieron fortunas en la compra de buques ingleses ahora amenazados de no poder pescar, ni vender pescado fuera de Gran Bretaña, ¡Y aquí nadie dimite! Pero al menos los equipos ingleses dejarán de comprar jugadores españoles a precios de escándalo y favorecerán una liga más competitiva. ¡Viva el fútbol manque pierda!