Veinte voluntarios protegerán el entorno ambiental de Arousa norte

Antón Parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

c. queijeiro

Ribeira será el único municipio gallego que acoja un campo de trabajo y también el plan de voluntariado

01 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Como en los últimos veranos, un grupo de 20 jóvenes iniciará hoy su participación en las actividades del programa de voluntariado medioambiental de la Xunta, que vuelven a poner el foco en distintas áreas del parque natural de Corrubedo, para que los asistentes -llegados desde diversos puntos de Galicia, España u otros países- puedan desarrollar iniciativas de protección de la naturaleza.

Así lo anunciaron ayer en O Vilar, la directora xeral de Xuventude e Voluntariado, Cecilia Vázquez, y la de Conservación da Natureza Ana Díaz; arropadas por el senador ribeirense y presidente de la junta consultiva del parque, José Luis Torres Colomer. Esta sinergia ambas consellerías logró el año pasado condensar el 34% de los campos de voluntariado ambiental de toda España en Galicia. Este año supondrán cerca del 40%.

Tres pilares

El programa incluye tres tipos de actividades: una de voluntariado ambiental en la red de parques naturales, otra de campos de trabajo y, por último un plan de dinamización, consistente en dar a conocer entre los jóvenes los recursos naturales de los que dispone la comunidad para que posteriormente los transmitan.

Por otro lado, en lo tocante a los campos de trabajo, el parque natural de Corrubedo será de una de las dos localizaciones de esta iniciativa. «Dividir o traballo é multiplicar resultados», explicó Cecilia Vázquez sobre los beneficios que los voluntarios adquirirán, como la sociabilización y el aprendizaje del trabajo en equipo, que deriva en un fomento de la movilidad del individuo, así como de la mejora de sus aptitudes laborales.

El término ribeirense será el único de Galicia que concentre un campo de trabajo y también el plan de voluntariado.

Las tareas del campo de trabajo ambiental estarán orientadas a la eliminación de especies invasoras -tal y como se había producido en el estío pasado con la recuperación de la zona de A Gandarela en O Vilar-, así como a la adecuación de entornos naturales de caminos o senderos, pero también de elementos mobiliarios que se encuentren en estos puntos.

«Na colaboración e na coordinación é onde radica o éxito», resaltó Ana Díaz, ya que de forma paralela se mantendrá la involucración de estudiantes universitarios de titulaciones como Biología o Ciencias Medioambientales. Se trata de un complemento esencial, ya que en parte supone la orientación científica de cada una de las actuaciones a llevar a cabo en las zonas.

Altruismo estival

«Non veñen pasar unhas vacacións», destacó la representante de Medio Ambiente, Ana María Díaz sobre los altruistas muchachos, que a pesar de los conocimientos que se llevarán a sus respectivas casas, tendrán muy claro que cada jornada ha de ser productiva para revertir en la conservación de la naturaleza y en su mejora.

A nivel de la comunidad gallega participarán un total de 400 integrantes, mientras que cada campo de trabajo contará con una veintena. Este programa opera en el plano internacional, donde están interconectados hasta 34 países.