La lenta llegada de la fibra óptica lastra el trabajo de los institutos

Antón parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Además, el sistema informático de la Xunta se satura durante los períodos de evaluación

30 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El mes de diciembre de 2014 la Consellería de Educación lanzaba la promesa de una modernización de la velocidad de acceso a Internet de los centros educativos gallegos para alcanzar la cifra de 20 megas. Durante el 2015, apenas se produjeron aumentos en los institutos de la comarca. Ya finalizado el curso académico del 2016, el panorama que se dibuja está caracterizado por una implantación totalmente heterogénea, con profundas divisiones entre las zonas urbanas y rurales.

Bien es cierto que si se han producido cambios positivos, aunque todos ellos están supeditados a la implantación de la fibra óptica de alta velocidad en los distintos concellos en los que están ubicados los centros de secundaria. Este es el caso del IES Número Un de Ribeira, que a raíz de un nuevo convenio de Educación con la empresa R, pasó de 6 a 100 megas la pasada primavera. Cifra idéntica a la que disponen desde el año pasado en el IES Félix Muriel en Rianxo o en el IES de A Pobra do Caramiñal.

Carencia en el rural

En el IES Fontexería de Muros llevan tres años funcionando con un repetidor de wifi conectado en cada esquina de los pasillos. En teoría les llegan tres megas, pero la realidad es que a veces no alcanzan ni la unidad. Misma situación se vive en el IES Porto do Son, donde la promesa se fijó en seis megas, pero nunca llega este estándar. Por este motivo la actividad en la red Abalar es una odisea, o la escritura colaborativa que implantaron a través de Google Drive es imposible. Incluso han llegado a tener que dejar el ordenador encendido toda la noche para descargar el contenido de un correo electrónico.

Uno de los datos más relevantes, pues rompe la dicotomía centro-periferia rural, se encuentra en el IES A Cachada de Boiro. La palabra que define el ambiente entre sus docentes es: «Frustración». A pesar de que sus instalaciones se encuentran a 200 metros de una arqueta de fibra óptica, Educación les habilitó 15 megas de ADSL. No obstante, en el mejor de los días tienen tres y normalmente rondan solo uno.

Tras varios años de protesta, llegaron a enviar un escrito firmado por la gran mayoría de los profesores, que obtuvo respuesta negativa. Algo incomprensible para un centro ganador e impulsor de certámenes tecnológicos.

Otro de los hechos que llaman la atención es que los centros privados y concertados al no poder optar a la red de la Consellería, están mejor dotados. En el noiés María Assumpta, dependiente de la congregación religiosa Hijas de Jesús, disponen de 20 megas nominales reales. La razón es que todos los centros de esta congregación se conectan a una red central en Madrid. Cuestión necesaria para ellos, pues casi todos sus alumnos trabajan con iPads.

En el colegio Galaxia de Ribeira cuentan con 10 megas, suficientes para el día a día en el centro, aunque están a la espera de que su operadora de telefonía se los aumente.