Con todo, se implicaron en el proyecto como el que más, a pesar de que, como destacaba su profesor, «tiveron que sacrificar unha boa morea de tardes para poder cumprir as datas». El propio docente explica que un trabajo de este tipo requiere «paciencia e coordinación, así como certas doses de bo gusto e coñecemento da teoría cromática».
El resultado fue un mural en forma de ola en el que, pegando azulejos de colores bajo la dirección de Pascual Vidal, se representa a un chico y una chica haciendo piruetas mientras practican esquí acuático. La temática de la obra no era opcional -se asigna por sorteo ante notario- y el grupo del Praia Barraña logró el objetivo de transmitir velocidad y dinamismo a su obra, algo que el jurado, a la vista del veredicto, supo valorar para otorgar un reconocimiento que, a buen seguro, espoleará el talento de los jóvenes boirenses.