Caminando también se ganan kilos

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Empleados y directivos de la empresa Congalsa participaron en una andaina solidaria con la que buscan fomentar la responsabilidad social corporativa

13 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las grandes empresas no necesariamente tienen que serlo por sus dimensiones, sino también por su labor social y las relaciones humanas. Congalsa, desde su fundación, camina hacia la grandeza absoluta tanto por su constante crecimiento económico y, consecuentemente, de plantilla, como por su capacidad para mirar hacia el bienestar de las personas en el entorno donde se asientan sus instalaciones.

Ayer, sobre un centenar de personas relacionadas con la firma barbanzana, con los empresarios al frente, desde el presidente Luis Simarro, hasta el gerente, Luis Miguel Simarro; y otros miembros de la directiva, realizaron una andaina de más de diez kilómetros que iba más lejos de la actividad saludable en sí, ya que tenía un matiz solidario, no en vano, para participar, se pedía a cada uno de los interesados el pago de una simbólica cuota de inscripción: un kilo de alimentos no perecederos para su entrega a familias necesitadas.

La recaudación no fue proporcional al número de participantes, pues se duplicó. Al finalizar la marcha, entregaron a Manuel Mirás, responsable de Cáritas Parroquial de Santa Uxía de Ribeira, unos doscientos kilos de productos como leche, azúcar, aceite, harina y otros.

Guía experto

Los participantes en la andaina salieron de Aguiño sobre las diez de la mañana para cubrir la distancia pero con un aliciente, las explicaciones de Ramón Sampedro, quien ejerció de guía y fue explicando a los andariegos desde leyendas como la del viejo de Couso hasta detalles naturales de los distintos lugares que visitaron, no en vano se trata de un especialista, un gran conocedor de los espacios naturales más significativos de la comarca, especialmente de Ribeira, de donde es natural.

Sin prisa pero sin pausa, los participantes en la andaina realizaron el recorrido en unas tres horas, el tiempo que les llevó salir de Aguiño y regresar al punto de partida, donde les dio la bienvenida José Luis Torres Colomer. Con el fin de que las fuerzas no flaquearan a los andariegos, a mitad de camino se puso a su disposición un avituallamiento, a base de bocadillos, frutas y agua.

Al finalizar la actividad, la satisfacción de los asistentes era plena, primero porque descubrieron una forma de realizar una interesante caminata para ganar kilos buenos, los que corresponden a los 200 de alimentos para las familias necesitadas; segundo, porque la empresa que promovió la actividad daba así un paso más en su afán de fomentar la responsabilidad social corporativa; y tercero, por lo agradable que resulta llegar al final de una interesante pero exigente caminata y departir con los demás sobre las sensaciones vividas tomando un estimulante refrigerio con el mar de frente.

Fuentes de la empresa señalaron que la actividad había cubierto las expectativas que se habían marcado, para satisfacción de plantilla y dirección.