«Somos una fundación viva con ánimo de seguir viva mucho tiempo»

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Marcos Creo

El paso dado atrás al dejar la gestión de la sala en manos del Concello de Ribeira no alejará a Expósito del mundo artístico

12 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se reconoce un apasionado del arte. Se enganchó a él un buen día y ya no ha podido dejarlo. Tampoco tiene intención de hacerlo a pesar de que, en los últimos tiempos, ha ido cediendo protagonismo y responsabilidades al frente del Museo do Gravado de Artes. Javier Expósito, alma máter de la sala y propietario de la ingente colección que albergan sus paredes, regresó este fin de semana a su tierra para asistir a la inauguración de una exposición dedicada a Cervantes y a su gran obra, El Quijote, una muestra con la que él mismo se ha sorprendido: «Es una exposición preciosa, no solo por los grabados, también por la colección de libros sobre Cervantes, existe biografía desde 1784 en distintos idiomas, es digna de visitar».

-Usted inició su afición al coleccionismo con los libros, ¿es esta muestra una forma de cerrar el círculo?

-No. Este homenaje a Cervantes estaba programado desde hace tiempo, pensé que lo normal era que se expusiesen todos los libros que tenemos sobre él y El Quijote junto a los grabados. No están todos porque no tenemos espacio, en la exposición hay 132 volúmenes, y tampoco hemos podido colocar 314 láminas. Lo que tenemos en Artes nada tiene que envidiar a la exposición sobre Cervantes que hay en la Biblioteca Nacional de Madrid, yo mismo me he quedado impresionado.

-Hace apenas un par de meses que dejó la gestión del museo en manos del Concello de Ribeira, ¿por qué tomó esa decisión?

-Quiero que las cosas que hago tengan continuidad, me parecería muy triste que todo el trabajo de estos años se perdiera. Somos el museo gallego que más obras exporta, hemos llevado el nombre de Ribeira y de Artes por distintas ciudades y países de todo el mundo, tenemos nuevos proyectos para Japón y Corea... Eso no podía quedar muerto por que yo, aunque soy joven todavía, me vaya haciendo mayor, tenía que darle continuidad a este proyecto, que cumple quince años. Somos una fundación viva con ánimo de seguir viva mucho tiempo, de ahí el convenio.

-¿Harán algo especial por el décimo quinto aniversario del museo de Artes?

-Siempre hacemos cosas especiales. No lo sé, a lo mejor editamos un catálogo con todas las obras ganadoras del premio Atlante, pero no lo sé. Soy una persona inquieta, algo se me ocurrirá, alguna sorpresa habrá.

-¿Ha logrado el museo el reconocimiento esperado por parte de la sociedad barbanzana?

-No hace falta que la gente responda al 100%, lo importante es que se sepa que en Artes hay un centro cultural importantísimo, que exporta obras, y que los docentes que tengan interés en conocer el grabado sepan que pueden acercarse al museo e incluso tocar las planchas. Para eso lo hice. Antes me preocupaba que la gente no valorase lo importantes que son estas colecciones, pero ahora no porque veo que nos hemos ido consolidando como un referente cultural en Galicia. Claro que me encantaría que las salas estuviesen llenas, pero no tengo esa preocupación.

-Uno de sus objetivos era que el Museo do Gravado de Artes fuese un referente internacional...

-A veces se tarda mucho tiempo en crear una marca y en divulgarla, pero creo que lo estamos logrando. Estoy satisfecho con todo lo que estamos haciendo y con todo lo que estamos consiguiendo, hay museos muy importantes que nos están pidiendo nuestras obras. Eso es fruto de un trabajo que se ha desarrollado con paciencia y sin perder de vista el objetivo, que era dar a conocer las obras de grabado tan importantes que tenemos.

-Las exposiciones e iniciativas como el premio Atlante, ¿están contribuyendo a divulgar el grabado como disciplina artística?

-Galicia ha sido siempre una escuela de grandes grabadores, y cuenta también con especialistas entre los nuevos artistas. Los pintores más importantes de la historia (Rembrandt, Picasso, Dalí...) han sido todos grandes grabadores, así que es un arte que viene de hace muchísimos años. En cualquier caso, yo no creé el museo para hacer divulgación, lo hice porque creo en el grabado, en los libros ilustrados, en las litografías; creo en todo ese mundo, siempre he creído en él.

-Sin embargo, las pinturas de los artistas que ha citado son mucho más conocidas que sus grabados...

-Sí, y el museo sí ha ayudado a que se divulgue esta técnica. El grabado tiene detrás muchísimo trabajo y es complicado. Y el premio Atlante por supuesto que ha sido importantísimo. De hecho, en esta edición participarán entre veinte y treinta países. Merece destacarse el patrocinio de Ramiro Carregal y de José Silveira porque son personas que saben dar su apoyo en los momentos en los que se les necesita.

-Ha dicho en varias ocasiones que para usted el arte es como un vicio, ¿está enganchado?

-Del tabaco me desenganché bien, pero del arte es muy difícil que lo hagas. Cuando se anunció el convenio con el Concello de Ribeira para la gestión del museo ya dije que no por eso iba a dejar de coleccionar, si veo algo interesante trato de adquirirlo. Sí tengo el bichito del coleccionismo, disfruto con todo lo que sea adquirir obras de arte que tengan relación con el dibujo y el grabado, igual que disfruto con los libros ilustrados. Tengo un vicio, pero es bueno.

-¿Tiene alguna obra concreta en su punto de mira como próxima adquisición?

-Tengo claro que sí hay cosas pendientes, obras que me gustaría conseguir. Para un apasionado como yo, no es una, son muchas, pero no siempre uno puede conseguir todo lo que quisiera. La pasión de Goltzius es una de ellas, la perdí hace tiempo y no la he vuelto a conseguir.

-La colección del museo es enorme, ¿hay sitio para más en esas salas?

-Por suerte o por desgracia, no tenemos ya donde colocar las obras, en el almacén no cabe nada más. A ver si logramos ampliar el museo por la zona de la sala de juntas, estamos embarcados en ese proyecto.