El éxito no aplaza la dura realidad

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La ribeirense María Vilas, en Londres, compitiendo en la prueba de 1.500 metros.
La ribeirense María Vilas, en Londres, compitiendo en la prueba de 1.500 metros. PATRICK B. KRAEMER EFE

Campeonato de Europa María Vilas estará concentrada a 2.300 metros de altura pensando en Río; antes nadará en otros torneos en Francia y España

23 may 2016 . Actualizado a las 21:45 h.

María Vilas saltó ayer por última vez a la piscina londinense en la que se disputaba el Campeonato de Europa absoluto de natación. Y lo hizo para jugarse el pase a la final de 400 libres, meta que no consiguió, tal vez, por el cansancio acumulado por el elevado de ritmo de entrenamientos al que está sometida desde hace meses y por su exitosa participación en las pruebas de 800 y, especialmente, 1500, en la que consiguió la medalla de bronce. Pero la realidad de una deportista de élite como es la Sirena de Castiñeiras no conlleva, por ahora, tiempo para disfrutar de lo conseguido, ya que todos los esfuerzos están encaminados a llegar en el mejor estado de formar a la Olimpiada de Rio de Janeiro que se disputará en agosto.

Juan Carlos Brión, entrenador personal de Vilas, explicaba ayer que María estará unos días en Barcelona recuperándose del esfuerzo hecho la semana pasada, pero sin dejar de entrenar. Luego comenzará en Sierra Nevada una nueva concentración en altura, que en esta ocasión se sitúa a 2.300 metros. En el calendario de la barbanzana figuran, antes de cruzar el charco para estar en Río, otros campeonatos que servirán para seguir poniéndose a punto. El primero será en la Costa Azul francesa, luego llegará otra cita en Barcelona, y a mediados de julio, en Gran Canaria, será el momento de volver a saltar a una piscina para competir en el Campeonato de España.

Despedida de Londres

El mismo Brión explicaba ayer que María no hizo su mejor prueba en los 400 libres por varios motivos. El principal es que esa distancia nunca se le ha dado bien: «María no es una nadadora explosiva, ella es más de resistencia, y en esta prueba acusó eso y el cansancio acumulado en la última semana. Ayer completó el recorrido en 4 minutos y 13 segundos, cuando el otro día, en la prueba de 800, hizo los primeros 400 metros en 4 minutos y 11 segundos. De todas formas, tenemos motivos de sobra para estar orgullosos, una vez más, de su participación en el europeo, en donde volvió a demostrar que está a la altura de las mejores nadadoras del continente, y eso es una muy buena señal para llegar motivada a Río».