El letrado asegura que los juzgados noieses «funcionan más que bien» y destaca la labor de los profesionales
15 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Manuel Blanco Ons lleva años ejerciendo como delegado de los letrados del partido judicial de Noia para el Ilustre Colegio Provincial de Abogados de A Coruña, puesto que compagina con el trabajo en su despacho y siempre desde un punto de vista muy crítico con el poder, sea cual sea el partido que lo ocupe.
-El partido judicial de Noia es uno de los tres que hay en la comarca, pero posiblemente del que menos se habla, ¿cuál es su valoración?
-A menudo recuerdo la frase lapidaria de Camilo José Cela: «Hay que procurar que hablen de uno, aunque sea bien». Es evidente que el Nobel reconocía, con su cinismo característico, que Juan Español cuando habla de alguien es casi siempre para ponerlo a caer de un burro. En ese sentido, que del partido judicial de Noia se hable poco podría ser un buen síntoma.
-Cuenta con dos juzgados, ¿considera que el funcionariado destinado a esta sede es suficiente o se necesita más?
-Sin perjuicio de momentos puntuales en los que la marcha de un funcionario no es rápidamente cubierta por otro, considero que los juzgados de Noia funcionan más que bien y, en lo personal, tengo una magnífica opinión de los funcionarios que actualmente los atienden, desde el primero hasta el último. En comparación con otros partidos judiciales, somos unos privilegiados.
-Y la situación de los abogados, a los que usted representa, ¿son más o menos que hace una década años?
-El partido judicial de Noia, como no puede ser de otra manera, refleja la marcha de los municipios que lo integran. La actividad económica es escasa, de ahí que el número de abogados ejercientes haya crecido menos que en otros partidos, como Ribeira. Hoy puede haber siete u ocho abogados más que hace diez años.
-¿Cuál es el tipo de asuntos más comunes?
-Los asuntos más comunes son los civiles de familia, los pequeños delitos y reclamaciones de impagados de poca cuantía. Los litigios de cuantía económica importante escasean.
-¿Cree que los juzgados de Noia, o los del resto de la comarca, están peor dotados de medios y personal que los de las capitales de provincia?
-¡Ojalá la mayor parte de los juzgados de las capitales de provincia funcionasen como los Juzgados de Noia! El colapso existente en muchos de los juzgados de las grandes ciudades es absoluto.
-Siempre ha mantenido un discurso muy crítico con el actual Gobierno central en funciones, ¿cuáles han sido las medidas que intentaron implantar y que menos le gustaron?
-El Gobierno de Rajoy, en Justicia, ha sido absolutamente desastroso. Baste recordar que trató de privatizar el Registro Civil y estableció las indeseables e injustas tasas judiciales para luego presumir de ser el que las retiraba. En todo caso, se ha dedicado a adoptar medidas puramente cosméticas, en unos casos, como cambiar el nombre de los imputados por investigados; voluntaristas y de pura propaganda, como limitar por decreto el trámite general de la instrucción de los procedimientos penales a seis meses, y otras totalmente carentes de utilidad práctica, como la presentación obligatoria de documentos por vía telemática, que solo ha servido para ralentizar más los procedimientos. Habría que darle un cero si no fuera una nota demasiado alta.
-¿Ya asimiló la intención del citado ejecutivo en funciones de concentrar los juzgados de instrucción?
-El Gobierno Rajoy habló de concentrar los juzgados en las capitales de provincia. Afortunadamente, la caída del ministro Gallardón paralizó el proyecto.
-Y del citado Ruiz Gallardón, ¿qué opina?
-El ministro Gallardón se comportó en el ejercicio de su cargo como un prepotente y como una persona poco respetuosa con la palabra dada, y lo cierto es que esa es una característica común de todo el Gobierno Rajoy. Con los representantes del colectivo de abogados actuó con desprecio y altanería. Solo se escuchaba a sí mismo y considero que su dimisión, o cese, ha sido ampliamente aplaudida.
-¿Y del actual ministro de Justicia?
-No tengo opinión formada del actual ministro de Justicia. Creo que está en el nivel medio del Gobierno, que resulta francamente reprobable. Al menos consigue pasar desapercibido y no decir demasiadas tonterías.
-Como abogado al que le gusta y vive la política, ¿qué pronóstico hace de las próximas elecciones generales?
-Diré lo que deseo y luego lo que creo que puede ocurrir. Deseo que Mariano Rajoy se vaya a Santa Pola a poner matasellos. Deseo que el PP se refunde y se rehaga de abajo a arriba con nuevos dirigentes y un nuevo líder activo y libre de rémoras, y así podría volver a votarles. Por otro lado, el populismo chavista de Podemos y adláteres solo trae miseria y resentimiento social. Sería muy bueno que el PSOE no pasase a ser un partido irrelevante y que Ciudadanos se asentase como partido reformista de centro. En cuanto al resultado de las elecciones de junio, me parece que el resultado diferirá poco del que se produjo en diciembre.
-¿Y de las autonómicas?
-En cuanto a las autonómicas, opino que Feijoo ha hecho una gestión aseada y que es el menor de los males posibles. Considero que, a pesar de los pesares, puede ganar, pero no será fácil.