Los empresarios destacan los numerosos contactos mantenidos en las dos primeras jornadas de la feria catalana
27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La feria Alimentaria, que el pasado lunes abrió sus puertas en Barcelona, constituye un gran escaparate internacional y, precisamente, eso es lo que están aprovechando las empresas de la comarca que han asistido a la cita, unas bajo el paraguas de la Xunta y, otras, con su propio expositor. Las firmas están mostrando lo mejor de sus productos y la mayoría han aprovechado la oportunidad para dar a conocer sus novedades. Los empresarios desplazados a la Ciudad Condal están manteniendo una intensa ronda de contactos, principalmente con distribuidores y compradores europeos, pero tanteando también mercados con un gran potencial, como los asiáticos. Todos destacan las buenas perspectivas de sus gestiones.
Entre quienes se encuentran entre los 90.000 metros cuadrados del salón figura Habelas Hailas, una de sus representantes, Marisol Suárez, indicaba: «Alimentaria está enfocada hacia la exportación y uno de nuestros propósitos es dar a conocer las cremas». Por eso, además de su nueva ginebra 2H y del ron, en Barcelona también pueden degustarse las recién incorporadas crema de frutas del bosque y de tarta de almendra.
Los maridajes
El mundo del maridaje también está muy presente en los expositores de la delegación barbanzana. La conservera Escurís, del grupo Jealsa, se ha aliado con el vermú, mientras que una compañía noiesa, Casa da Avoa, de Souto Martiño, ofrece a los visitantes nada menos que unos chorizos hechos con albariño de O do Avó Marcelo, así como otros que incluyen entre sus ingredientes uvas pasas u ortigas. Las variedades son tan amplias como la imaginación de su creador y ponen de manifiesto la capacidad del tejido empresarial de la comarca.
Tampoco han querido dejar de estar presentes las conserveras Ignacio González Montes, Luis Escurís Batalla y Ramón Franco. El gerente de esta última, Ramón González, señalaba: «La feria está muy animada y estamos trabajando bien». Afirmó haber recibido algunos importantes pedidos y destacó que en esta edición se detecta mucho movimiento.
En el expositor de Luis Escurís Batalla, que ayer volvía a estar muy concurrido pueden encontrarse sus marcas estrella Lo Bueno y Fuera de Serie, con apetitosas degustaciones de mejillones, sardinillas, navajas, anchoas o zamburiñas, para que profesionales llegados de todo el mundo tengan la mejor referencia de lo que hay en cada lata.
Por su parte, la bodega Entre Os Ríos se ha aliado, de la mano de José Crusat, con pequeños viticultores de distintos puntos de España a los que les gusta trabajar el vino de forma tradicional y que, como afirma este cultivador pobrense, acuden a Barcelona «para pelear con los grandes monstruos vinícolas». El grupo del que forma parte se denomina Inkordia Wine e Inkordia & Friens, ya que son un grupo de amigos con una misma pasión.
Consciente del escaparate que supone Alimentaria, José Crusat ofrece a los asistentes la posibilidad de probar un vino que no saldrá al mercado hasta el verano. Pertenece a su marca Como Cabras y la forma de diferenciarlo antes de descorcharlo será por el color del petroglifo con el que se identifica la etiqueta, que en este caso será verde. José Crusat dice que todavía le faltan un par de meses de reposo en botella, pero ha querido ver cómo funcionaba en la feria.
Sobre sus características, manifiesta que se trata de un vino de estructura y con una acidez elevada que lo convierte en un caldo fresco y directo. Por ahora, quienes lo han catado, comenta José Crusat, le han dado el visto bueno.