Barbanza, siete tornados en ocho años

BARBANZA

MARCOS CREO

La irrupción de columnas de aire caliente en la comarca va en aumento, hasta el punto de ser una de las zonas costeras de Galicia más afectadas por estas violentas mangas marinas

15 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Barbanza se ha convertido, en los últimos años, en una de las comarcas costeras de Galicia que más sufre los efectos violentos de los tornados, también conocidos como mangas marinas. Basta decir que desde el 2008 ya son siete los episodios vividos, y de consecuencias dispares. Los dos últimos, registrados el miércoles tanto en la costa de A Pobra como en la población carnotana de O Pindo, fueron de los más suaves. Y es que los daños ocasionados son importantes, pero nada que ver con los registrados en otras ocasiones no tan lejanas.

La playa de Cabío, en abril del 2008, sirvió de pista de aterrizaje a una de estas mangas marinas. Los daños, entonces, se valoraron en 80.000 euros, siendo los principales damnificados los propietarios del cámping que hay en un extremo del arenal. Y es que, entre otros desperfectos, la cocina de este recinto turístico puede decirse que salió volando a causa del tornado. En noviembre del 2010, pero en Rianxo, se registró otro. Los testigos que vieron y sintieron sus efectos aseguraron que a medida que se aproximaba eran incontables las uralitas y tejas que arrastraba, provocando, además, un ruido ensordecedor.

La manga marina que menos repercusión tuvo fue, posiblemente, la divisada en febrero del 2011. La columna de agua y viento pudo verse cómo avanzaba en paralelo a la costa barbanzana, alcanzando una altura aproximada de 15 metros. Hay que decir que, finalmente, no causó destrozos, ya que apenas tocó tierra a la vez que perdía fuerza.

Tejados arrancados

Lo vivido en marzo del 2013, en A Pobra y Ribeira, ya es otra cosa. Aquí volaron tejados y árboles de tamaño considerable que saltaron por los aires. Los servicios de emergencias tuvieron que emplearse a fondo, al igual que las compañías aseguradoras para hacer frente a la reparación de innumerables reclamaciones de clientes para solucionar el desaguisado ocasionado. La situación llegó a ser tan alarmante que hasta el Concello de Ribeira (en donde se concentraba la mayoría de los desperfectos) hizo un informe para cuantificar el valor de as incidencias.

Todo este reguero de daños fue igualado al año siguiente, concretamente en junio del 2014, con un nuevo tornado que tuvo su zona cero en Aguiño y como principal damnificado a la empresa conservera Ignacio González Montes. El tornado, que afectó a la zona de producción y cocción de pescado y una parte del almacén, soltó planchas y dejó sin techar una parte de la factoría. De hecho, las primeras fotografías, tomadas a las pocas horas del suceso, evidencian que los destrozos fueron numerosos y cuantiosos. Aún así, la firma garantizó el trabajo de su plantilla a pesar de no facturar, durante un tiempo, a pleno rendimiento.

Desde aquel 8 de junio del 2014, y hasta el miércoles, se cree que no volvió a vivirse un episodio así en la comarca. Los tornados del miércoles desembarcaron en Cabío y O Pindo con una hora de diferencia. Los daños fueron importantes, y ayer, tanto en Carnota como en A Pobra, se intentaba recuperar la normalidad a la vez que se arreglaban los desperfectos ocasionados, principalmente en tejados, en el caso de O Pindo, y en el bar de Cabío, donde acudieron muchos curiosos para conocer de primera mano la huella que dejó este tornado.

Meteogalicia relaciona estos fenómenos con franjas del litoral montañosas

En Meteogalicia analizan con cautela estos episodios climatológicos. Para empezar, se trata de situaciones poco comunes y que, en comparación con otros vividos en países como EE.?UU., son mucho menos violentos que los registrados en el litoral gallego. Aún así, y tomando como referencia los episodios de A Pobra y Carnota del miércoles, en Meteogalicia sostienen que el hecho de que se trate de zonas costeras y montañosas, puede generar algún tipo de atracción a la hora de acercar estas columnas de aire caliente.

El meteorólogo Juan Taboada añade que, desde hace tiempo, estas mangas marinas, a pesar de lo que pueda parecer, no generan efectos muy dañinos. De hecho, estos tornados se clasifican en la categoría 0, que implica daños leves. Aquí tendrían cabida incidencias como tejados arrancados o árboles, poco enraizados, que fueron derribados. Taboada concluye aportando otra posibilidad que explicaría el aparente magnetismo de estos tornados con el litoral barbanzano: «Muchas veces estas columnas se ven atraídas por vientos de suroeste que canalizan los tornados al interior de la ría facilitando que toquen tierra, causen daños y luego desaparezcan».