Trato inapropiado en el hospital

La Voz BUZÓN DEL LECTOR

BARBANZA

14 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Escribo esta carta desde el más puro desconcierto, pues he recibido un trato de lo más grosero, desafortunado e impropio en una consulta de ginecología, en concreto en la del doctor Deiros en el Hospital de Barbanza, y me temo que no soy la única. Como usuaria de la sanidad pública (que pago con mis impuestos) y de la sanidad privada, que pago cuando estimo por motivos que no voy a explicar, no puedo ni debo dejar pasar este incidente. No solo por mí, sino porque si esto no se hace público, este caballero quizás siga tratando o maltratando a algunas de sus pacientes. Y esas pacientes seguiremos creyendo que es lo correcto.

Este doctor, entre otros muchos comportamientos inapropiados, hizo alusión con muy malos modos a mi condición de «privilegiada» y a mi dinero por llegar a su consulta con unas indicaciones de una ginecóloga de la sanidad privada, y con un volante expedido (por la urgencia de mi estado) por mi doctora de cabecera. No contento, puso en duda la labor de esta doctora de atención primaria (lo cual no beneficia en nada nuestro servicio público) y le faltó decirme que no me atendería. A este caballero no le ha quedado claro que, de la misma manera que él estima que la culpa de la lentitud de las listas es que personas como yo, «que tenemos dinero» según sus palabras, «quitamos» la posibilidad de consulta a aquel que no lo tiene, yo puedo pensar que individuos como él, tratando de este modo a las usuarias, consiguen trabajar menos provocando el exceso de trabajo de sus colegas más amables, y con ello un colapso en las listas.

El trato a lo largo de la revisión y exploración no se produjo con el tacto, delicadeza, atención e información que se supone, delante de una enfermera que no mostró sorpresa, deduzco que porque este trato es el habitual. Mi sorpresa fue mayor cuando al ir a denunciarlo me dicen que su comportamiento varía «según tenga el día». No podemos consentir este tipo de conductas, puesto que este caballero está en ese hospital para dar servicio a todas y cada una de las mujeres que vamos a su consulta.

Yo merecería una disculpa que no se producirá. Por eso elevo esta queja a la prensa para que este caballero, al menos reciba una llamada de atención y para que la situación que viví no tenga que sufrirla ninguna otra mujer. A pesar de que este caballero aseguró que los resultados solo me los podría facilitar él, empleando un tono de autoridad y fuerza, afortunadamente existe el espacio de «Atención al Paciente», en el que amablemente, además de tramitar mi queja, me indicaron que de ninguna manera eso sería así, sino que si yo lo estimo, los resultados de los análisis me los facilitará otro facultativo, así como la atención en mi siguiente consulta. Me encuentro a la espera de que así sea. ELIA NÚÑEZ BAREZ.

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