Los billetes para viajar a la olimpiada de Río se repartirán entre el 19 y 22 de marzo en Sabadell
29 feb 2016 . Actualizado a las 12:06 h.El tiempo ha situado a María Vilas en la posición que se merece, tanto por su talento innato como por la capacidad de sacrificio que ha demostrado, desde niña, para explotar bajo el agua ese don con el que nació. Han pasado ya unos cuantos años desde que aquella adolescente de carácter tímido empezó a despuntar y a fijar, en su calendario personal, la olimpiada de Río 2016 como su posible primera participación en unos juegos. Desde entonces, su vida ha girado siempre entorno a esa cita, cuyos boletos para estar presente como deportista se repartirán en la ciudad catalana de Sabadell con motivo del Campeonato de España, que tendrá lugar entre el 19 y el 22 de marzo.
María Vilas saltará a la piscina para nadar en las pruebas de 800 y 400 estilos. Las marcas mínimas necesarias para estar en Río son 8.30 en 800, y 4.39 en 400 estilos. A mayores, tendrá que acabar de segunda o primera, algo complicado teniendo en cuenta que en ambas pruebas estará su gran amiga y, a la vez, mejor nadadora nacional, Mireia Belmonte.
Juan Carlos Brión, director deportivo del Club Natación Ribeira y entrenador personal de María Vilas, explicaba ayer que hace pocos días, en Luxemburgo, María se quedó a un segundo de la mínima en 800: «Más que la marca, que creemos que la hará, lo que realmente nos preocupa es poder terminar de primera o segunda. Ya nos pasó en el 2013 cuando nos quedamos fuera del Mundial de Barcelona al ser terceros en la clasificatoria. Ese es el temor que tenemos, pero también confiamos mucho en María, su talento y en todo el esfuerzo y ganas que ha demostrado durante años para llegar a Río».
Viaje a Dubái
María Vilas participó el viernes con la selección española, en Dubái, en la Copa del Mundo de diez kilómetros en aguas abiertas. Juan Carlos Brión detallaba ayer que su mejor pupila empezó bien la carrera, pero un golpe en el ojo, que la ha provocado un hinchazón considerable, la desconcentró e hizo perder algunas posiciones que ya no fue capaz de recuperar (acabó de 37). Ahora, la Sirena de Castiñeiras (seudónimo cariñoso de algunos compañeros del Club Natación Ribeira) ya solo piensa en la cita de Sabadell. Ella es consciente de lo mucho que se juega, aunque también sabe que no estará sola, ya que en cada brazada contará con el apoyo de familiares, compañeros, amigos y vecinos de su Ribeira natal.