La investigación iniciada por el Servicio de Vigilancia Aduanera sigue avanzando
16 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La investigación iniciada por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) a finales de enero, tras detectar en Vigo un contenedor procedente de Paraguay que transportaba 250 kilos de coca y que tenían como destino Lousame, sigue avanzando a paso lento pero seguro. Basta decir que personal de SVA, en los últimos días, arrestó a un tercer sospechoso de estar implicado en la importación de la droga (los otros dos, M.?T.?R. y J.?A.?Q.?P., de Noia y Lousame, respectivamente, prosiguen en libertad después de que la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Noia lo ordenase).
V.B., vecino de Vilagarcía, fue arrestado en esta misma localidad pontevedresa. Los agentes encargados del caso se hicieron, en el transcurso del mismo operativo, con numerosas tarjetas telefónicas de prepago. A la hora de prestar declaración en Noia ante la magistrada, y dadas las contradicciones y falta de respuestas claras para explicar qué función tenían las tarjetas requisadas y otras preguntas formuladas por la instructora, esta decidió enviar a prisión provisional a V.B.
Hay que decir que el SVA dio con el arousano arrestado gracias a las indicaciones facilitadas por M.?T.?R. y J.?A.?Q.?P., que aseguraron que este individuo contactó con ellos para hacer un pedido de carbón -la droga viajó camuflada entre sacos llenos de este mineral- que coincidía con el contenedor en el que fue transportado el alijo.
Cuando M.?T.?R. y J.?A.?Q.?P., según la versión dada por ellos mismos, avisaron a V.B. de que el pedido se retrasaría por una inspección del SVA a los contenedores, este arousano desapareció hasta que fue detenido.
Por aclarar
Lo que resulta difícil de explicar para los investigadores es la relación que tenía V.B. con M.T.R. Según parece, el segundo aseguró a la jueza que conoce a V.B. del negocio de envíos de mercancías portuarias, aunque los investigadores no acaban de creerse la explicación, ya que los negocios de M.T.R. son dos tiendas de telefonía móvil e informática en Noia, y por ahora no se le conocen otras inversiones vinculadas con el transporte de barcos.
La jueza instructora ordenó el ingreso en prisión provisional del último arrestado