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Aumentar cuotas y precios, objetivos de un sector primario amenazado

A. Gerpe / x. ramón alvite RIBEIRA /MAZARICOS / LA VOZ

GANADERÍA

Ganadería, pesca y marisqueo están en la UCI porque sus ingresos no les dan para vivir

10 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector primario constituye uno de los principales pilares de la economía barbanzana, no solo por los miles de empleos directos e indirectos que genera, sino porque es el sustento sobre el que se asienta la red comercial y de servicios. Ante los grandes retos que tienen por delante los colectivos pesquero y ganadero, cada vez se pone más de relieve que, si enferman de gravedad, será el fin de la comarca. Dos son las grandes objetivos que tienen profesionales del mar y del campo en este 2016 que acaba de arrancar: aumentar las cuotas de capturas en el caso de la flota y, en el ámbito lácteo, un precio justo por la materia prima que se vende a la industria.

En la pesca, el principal caballo de batalla es conseguir el incremento de los topes de capturas para, como apunta el patrón mayor de Portosín, Iván Carreño, «poder vivir decentemente». De jurel, una de las principales especies para los cerqueros, cada barco grande debería tener un cupo anual de 300 o 400 toneladas, cuando actualmente hay muchos que no llegan a las 50.

Lo que va a suceder con el TAC de la sardina todavía es una incógnita, dado que el reparto es a medias con Portugal y si el año pasado hubo 19.000 kilos -9.000 para la flota gallega-, en el 2016 se habla de que la cantidad podría quedar reducida a 15.000, con lo que a Galicia le tocarían 7.000 o 6.000.

Para los mariscadores, el caballo de batalla continúa estando en la erradicación del furtivismo ya que, como apuntan los patrones mayores, el cambio legal que convierte esta práctica en delito todavía no ha dado sus frutos. A ello se une la demanda de que se acometan trabajos de regeneración en bancos antaño muy fértiles, como los de Os Lombos do Ulla, que cerrarán el 18 de este mes por la escasez de bivalvo, y que se intensifiquen las actuaciones para erradicar los numerosos vertidos que todavía soportan las rías.

La mayor crisis láctea

Con la mayor crisis de su historia reciente a cuestas, el sector ganadero de la comarca afronta el año con una única esperanza: una subida significativa e inmediata de los precios de la leche en origen que permita a la mayoría de las granjas volver a los umbrales de rentabilidad perdidos hace meses.

Es probable que para que esto se produzca tengan que darse pasos más firmes en el marco del acuerdo para la estabilidad del sector firmado por varias organizaciones de productores, las industrias y la distribución hace ya más de tres meses. Esto a pesar de que la mayoría de los productores barbanzanos sigan creyendo que este documento, promovido por el Ministerio de Agricultura, acabará siendo papel mojado si no se imponen sanciones a quienes incumplan lo pactado. Buenos propósitos pero nada que garantice su cumplimiento, es el argumento que repiten de forma incesante los productores de la zona que piden mayor implicación política a la hora de garantizar el futuro del medio millar de ganaderos que continúan en activo en territorio barbanzano.

El colectivo también deberá confiar su supervivencia a que se mantengan los costes de producción en unos niveles similares a los actuales. Con los precios inferiores a los 30 céntimos que actualmente reciben por cada litro de leche podría resultar ruinoso que las cotizaciones de los cereales repuntasen y con ello también los importes que deben pagar por el pienso, uno de los principales gastos a los que deben hacer frente las granjas en este momento.