Un artista geométricamente perfecto

Francisco Brea
Fran brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El pintor boirense consiguió el pasado mes el premio de la Bienal de Pintura do Eixo Atlántico

08 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El artista se hace con el paso del tiempo, pero también nace. El boirense Olmo Blanco tiene ahora 33 años, pero ya desde pequeño dibujaba y era en el colegio «de los que se le daba bien», recuerda. En el 2001 ya tenía más que claro a que se quería dedicar, y por ello comenzó a estudiar bellas artes en la Universidad de Salamanca. Desde allí tuvo la oportunidad de viajar, algo que -dice- es básico para su trabajo: «Vivo en Santiago, aunque hay épocas en las que estoy fuera. Aprovecho los trabajos para viajar, y los viajes de ocio los vinculo a lo profesional. Abrirse al mundo es fundamental». De hecho, acaba de llegar de Edimburgo y ya está pensando en nuevos proyectos, para los cuales tiene pensado mudarse una temporada a Madrid.

La vida de un artista no es fácil, a pesar de que Blanco indica que «consigue» vivir, pero sin permitirse «grandes lujos económicos». Antes de llegar a trabajar y exponer en diferentes ciudades del mundo o recibir premios hay que empezar desde abajo. Las calles de Santiago fueron su primera galería. En ellas, junto a otros compañeros, vendía grabados y acuarelas y «de aquella iba bien, seguramente mejor que ahora». Interés de la gente por el arte afirma que siempre hubo. El problema es que «ese interés se transforme en dinero».

Este boirense concluyó su formación universitaria en el año 2007, por lo que comenzó a trabajar con una situación económica que ya no era la ideal: «Es precario, pero tanto yo como otros compañeros estamos viviendo exclusivamente del arte», afirma. Además, como en otras profesiones artísticas, reconoce que hay muchas personas que intentan aprovecharse de la situación ofreciendo «participar en una exposición pero sin cobrar, solo por la gran visibilidad que se le va a dar a la obra. La cuestión está en que yo con eso no pago facturas. También radica en la profesionalidad del artista decir que no a estas cosas para dignificar el trabajo».

Llegaron los premios

El esfuerzo, la pasión, la dedicación y el talento suelen acabar teniendo su recompensa. Olmo Blanco recibió a finales del pasado mes el premio de la undécima Bienal de Pintura do Eixo Atlántico. Lo tuvieron que recoger sus padres, ya que él estaba en Edimburgo realizando un trabajo en el mítico edificio escocés Summerhall. El artista barbanzano se mostró ilusionado porque «reconozcan mi trabajo y también por la aportación económica que supone».

Antes de llegar a obtener esta distinción ya fue finalista en el certamen Galicia Crea y premiado en diversos concursos convocados en la comunidad.

Patrones que se repiten

Blanco ganó el premio de pintura Eixo Atlántico con un cuadro, pero la parte central de su obra no se plasma sobre un lienzo. El pintor boirense ha realizado múltiples intervenciones en espacios públicos, mostrando su obra basada en figuras geométricas. «Empecé con esto por el interés que me despertaba el arte árabe medieval, pero mis obras han evolucionado mucho desde entonces. Trabajo patrones geométricos que repito».

Sus cualidades artísticas pueden verse, por ejemplo, en el descansillo que precede al ascensor del citado edificio Summerhall o en unos baños públicos de Santiago de Compostela ya que «me gusta que no esté exclusivamente en galerías. Este tipo de intervenciones causan sorpresa entre la gente, porque están realizando una acción de su vida cotidiana y, de repente, me ven a mi pintando», asegura.

En su proceso creativo de todo nace de un espacio que ya existe y «a partir de él surge la intervención. El espacio que elijo ya me tiene que transmitir algo y yo tengo que hacer mi aportación artística para crear una cosa bella, si no sería decoración».

Olmo blanco pintor

33 años

Estudió bellas artes en la Universidad de Salamanca. Cursó un año en Lieja (Bélgica), otro en Granada y el último lo realizó en la Universidad Católica de Chile.

GALARDONES

Recientemente ha sido galardonado con el premio Eixo Atlántico. En el 2012 fue finalista del certamen Galicia Crea y logró un accésit en el Premio Deputación de Ourense. Anteriormente fue galardonado en el concurso Injuve, el Auditorio de Galicia o en el Novos Valores de la Diputación de Pontevedra.

Orgullo barbanzano