Cerca de ochocientas personas acudieron a la cita organizada por el Concello boirense
26 oct 2015 . Actualizado a las 14:40 h.Escribió Fernando Fernán Gómez que las bicicletas son para el verano, y se podría añadir que también son buenas compañeras para una mañana de otoño si se da un jornada tan espléndida como la que ayer tuvieron los participantes en una nueva edición del Día da Bicicleta de Boiro. Probablemente el sol que lució durante el día animó a muchos, sobre todo a quienes acudieron con sus hijos, a sumarse a una iniciativa que está batiendo récords de pedaladas.
Y es que, como en el milagro de los panes y los peces, los más de cuatrocientos ciclistas inscritos hasta el jueves se fueron multiplicando a medida que se acercaba la hora de tomar la salida en la plaza de Galicia boirense. En los minutos previos, el goteo de vecinos que se acercaban a la mesa instalada a las puertas de la casa consistorial para anotarse era incesante, mientras que otros se unieron al nutrido pelotón por su cuenta y sin cubrir ninguna ficha, de manera que, en total, se estima que participaron en el recorrido cerca de ochocientas personas.
Todos los públicos
La prueba, organizada por el Concello de Boiro con la colaboración de La Voz de Galicia, Radio Voz, Jealsa, Bici Daniel Ríos, Chicolino Restauración, el Náutico Boiro y el Club Ciclista Barbanza-Oziona, se convirtió en una auténtica fiesta del deporte en la que los más pequeños tuvieron un papel protagonista. No en vano, muchos de los que ayer se animaron a coger la bicicleta reconocían que se han reconciliado con el pedaleo gracias a sus hijos, mientras que otros apuestan claramente por inculcarle la afición al ciclismo a sus hijos llevándolos a cuestas. Para poder participar, los corredores debían tener más de 6 años de edad, así que muchos niños realizaron el recorrido cómodamente sentados en una silla acoplada a las bicis de los mayores.
En el Día da Bicicleta de ayer se pudo ver a muchas familias, pero también a otros deportistas perfectamente equipados como auténticos profesionales que con su presencia apoyaron una iniciativa que intenta promover los valores asociados a la práctica del deporte. Ya de paso, los ciclistas menos habituados a pedalear pudieron conocer Boiro desde otra perspectiva, puesto que el trazado dibujado por la organización llevó al pelotón hasta Escarabote, Cabo de Cruz y Abanqueiro, pasando por distintas calles del casco urbano boirense y carreteras secundarias.
Reparto de regalos
La fiesta fue completa cuando, ya de vuelta en la plaza de Galicia, tocó sortear los regalos cedidos por Jealsa, el Náutico Boiro y Bici Daniel Ríos. Y mientras Lara Places ejercía de mano inocente retirando las papeletas depositadas en una urna con los nombres de los ganadores, los ciclistas tomaban un más que merecido refrigerio después de casi dos horas y media encima de la bicicleta.
Completado el avituallamiento y entregados los regalos, llegó el momento de dispersar al pelotón concentrado junto a la casa consistorial, no sin que antes todos ellos quedasen emplazados a repetir la experiencia el próximo año y lograr un nuevo récord.