Los beneficiarios de la Risga son el doble que hace un lustro

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

Pese a que la cifra de perceptores de este tipo de aportaciones bajó con respecto al año anterior, se sitúa entre las más altas de la última década

06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La renta de inclusión social de Galicia (Risga) es un flotador que sirve de salvavidas a muchas familias que no cuentan con ingresos. Su objetivo es garantizar los recursos económicos para la subsistencia de quienes la reciben y las personas a su cargo, sin embargo, no es fácil acceder a estas ayudas y en varias ocasiones se han escuchado voces críticas desde las administraciones locales por la tardanza en tramitar las solicitudes. En lo que respecta a la comarca, la cifra de beneficiarios -los datos correspondientes al 2014 se actualizaron en septiembre- ha descendido con respecto al año anterior, pero, aún así, son el doble de los que percibían la prestación hacer apenas un lustro.

Según los datos de la Xunta, son un total de 69 las personas que tienen como único ingreso la Risga, y la mayor parte de ellos son vecinos del municipio de Boiro, que encabeza el ránking con 24 perceptores registrados. Por su parte, Lousame es el único municipio del área barbanzana que no cuenta con ningún beneficiario de esta ayuda.

La cifra, sin ser espectacular, sí es destacada teniendo en cuenta el historial de la estadística. No en vano, el número de personas que cobran la Risga es el doble que hace un lustro, pero, además, solo en los cuatro ayuntamientos de Arousa norte hay tantos perceptores como los contabilizados en el conjunto de la comarca apenas dos años atrás.

Sin relación

Pese a que se habla de una mejora general de la situación económica, el descenso en la cifra de personas que cobran la Risga no puede relacionarse con la anunciada salida de la crisis. Si se analizan los datos sobre beneficiarios de esta renta se comprueba que en el período más duro de la recesión, se registraron cifras mínimas de perceptores.

La cuantía de estas ayudas es de un mínimo de casi cuatrocientos euros y va aumentando de forma proporcional en función del número de personas que integren la unidad familiar.

Las entidades benéficas constatan que la demanda de ayuda se mantiene

Más que los datos oficiales sobre perceptores de la Risga o las ayudas de emergencia social -apenas una docena de personas reciben esta prestación en los once municipios barbanzanos-, un buen termómetro para calibrar cuál es la situación de las familias de la zona es acudir a las entidades benéficas que trabajan en la comarca. Ellas corroboran que la demanda de ayuda para subsistir se mantiene, más o menos, invariable con respecto a lo que sucedía hace un año.

En Cáritas de Ribeira explican que sí hubo algunas bajas, pero que estas se han visto compensadas por nuevas familias que acuden a la organización en busca de ayuda para comer e, incluso, para pagar facturas o el alquiler. De hecho, en lo que va de año, la entidad ha gastado en estos conceptos lo mismo que en todo el 2015.

Por su parte, en otros lugares de la comarca como Noia la situación ha mejorado ligeramente, aunque en la agrupación noiesa de Cáritas tienen muy claro que el motivo es el inicio de la campaña marisquera y que habrá que esperar para ver si la tendencia a la baja se consolida.