Los viticultores de la zona constatan que la cosecha actual es mejor que la del año pasado en cuanto a cantidad y calidad de la uva
25 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El temor a que la lluvia afectase a la cosecha en el último momento llevó a adelantar unos días el inicio de la vendimia en los viñedos de la indicación geográfica protegida Viños da Terra de Barbanza e Iria, así que, a estas alturas, la uva que producirá los caldos está ya prácticamente toda en las bodegas. En las cepas de Entre os Ríos continuarán trabajando aún un par de jornadas, pero a estas alturas los productores pueden hacer ya una estimación de la campaña de este año. Según sus cálculos, embotellarán el caldo resultante de unos 56.000 kilos de uva.
El viticultor boirense Antonio Saborido se afanaba ayer en llevar a la bodega los últimos racimos mientras explicaba que, en su caso, se adelantó bastante la recolección durante el fin de semana pasado. Indicó también que la vendimia llegó justo a tiempo puesto que alguna uva ya empezaba a pasarse, sin embargo, la fruta está sana y es de buena calidad, de manera que afirma tajante que esta cosecha será mejor que la anterior: «O ano pasado había menos uva e era peor».
De sus cepas se han recogido este septiembre más de diez mil kilos de fruta, que producirán, una vez trasegado y reposado el mosto, unos 7.700 litros de vino de la indicación geográfica. La mayor parte, unos 4.600, serán de blanco, 1.100 de ellos de la variedad raposo, propia de esta zona.
En plena faena
Por su parte, tanto en la bodega como en los viñedos de Francisco Crusat estaban ayer en plena faena, puesto que esperan acabar mañana de recoger toda la uva de Entre os Ríos. Sin embargo, el resto de la producción está ya lista y en proceso de fermentación. Además de los racimos de sus cepas, Crusat envasa uva procedente de Cordeiro, en Valga, y de Seráns, y tras recibir la materia prima constataba que la fruta está «muy limpia y tiene una buena graduación, entre 12 y 12,5 grados», de manera que afirma que esta campaña será mejor «en cantidad y en calidad».
En su bodega procesarán unas 45 toneladas de uva, lo que le permitirá producir algo más de 30.000 litros de caldos de la indicación Viños da Terra.
En cuanto a la cosecha, Crusat destacó el hecho de que en sus viñedos la media de producción es de 7.000 kilos por hectárea, lo cual es una garantía: «Menos producción en un espacio de terreno garantiza mayor calidad. El reglamento de Viños da Terra establece un máximo de 10.000 kilos por hectárea, lo que supone un límite más estricto que el de la denominación Rías Baixas».
La humedad de agosto dejó un rastro de «botrytis» noble que beneficiará a la añada de este 2015
Una de las razones por las que se adelantó unos días la recogida de la uva era la incipiente presencia de botrytis en los viñedos, que provoca que la fruta se pudra. Sin embargo, hay una clase de este hongo que los viticultores denominan como botrytis noble que también ha hecho acto de presencia, aunque muy poco, y que beneficiará a la cosecha de Viños da Terra.
Francisco Crusat explica que este hongo no ataca a la fruta en sí, solo a la piel, de manera que esta adelgaza y favorece la evaporación natural de parte del líquido de la uva, con lo que se produce una concentración de azúcar que da a los caldos «un sabor muy especial».
«Los vinos blancos más caros del mundo tienen un elevado porcentaje de botrytis noble, lo que reduce la cantidad de líquido que se obtiene pero tiene más concentración de uva», detalla Crusat para explicar por qué es positiva la presencia, aunque escasa, de esta variedad del hongo.