En la última década cerraron cada día sus puertas una media de dos granjas

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. ALVITE MAZARICOS / CORRESPONSAL

BARBANZA

Pese a perder el 70% de los establos, la producción láctea se ha duplicado desde el año 2005.
Pese a perder el 70% de los establos, la producción láctea se ha duplicado desde el año 2005. ALVITE< / span>

En el 2005 operaban en la zona más de 10.000 establos, frente a casi dos mil de ahora

16 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector agroganadero del territorio barbanzano ha sufrido una de las reconversiones más duras que se recuerdan en ninguna actividad económica durante el último cuarto de siglo. Tanto es así que en apenas una década, la zona que engloba los municipios del sur de la provincia de A Coruña -desde Carnota a Rianxo, incluyendo a Lousame y, sobre todo, a Mazaricos- ha pasado de tener 10.120 explotaciones ganaderas -entre vacunas, ovinas, porcinas y avícolas- a las poco más de 1.900 actuales. Es decir, cada día durante los últimos diez años cerraron dos granjas en el conjunto de los once municipios de la zona.

Detrás de este brutal descenso de efectivos se encuentran diversos factores aunque el principal pasa por ser la escasa rentabilidad que, históricamente, ha registrado el trabajo en el campo. De hecho, los precios que reciben los productores de leche o carne a día de hoy son prácticamente los mismos que se registraban en 2005, mientras los costes de producción han aumentado casi un 50% lastrando considerablemente los beneficios de las granjas. A esto hay que sumar otros aspectos que no han resultado menores, como la creciente exigencia de unos mercados cada vez más competitivos y la falta de políticas específicas de apoyo al rural y, en concreto, a los distintos sectores productores.

Consecuencias nefastas

La confluencia de todos estos factores ha tenido consecuencias nefastas a la hora de asegurar el relevo generacional, disuadiendo a los jóvenes de incorporarse a la actividad en el campo y provocando que la ganadería sea ya, salvo contadas excepciones, una actividad de subsistencia o bien el complemento de otras.

Pese a todo, se calcula que el sector sigue generando en el conjunto de la zona un volumen bruto de negocio superior a los 70 millones de euros anuales, dando trabajo de forma indirecta o inducida a más de seis mil personas. Las oportunidades de negocio siguen siendo abundantes en subsectores como el de la huerta o la producción ganadera ecológica y, principalmente en este período de crisis, han sido muchos los que han optado por volver al campo para emprender una nueva actividad económica.

Situación por variedades ganaderas

VACUNO DE LECHE

450 granjas

80 millones de litros de leche anuales de producción

14.500 vacas adultas

Pese a que la comarca ha perdido el 70% de las granjas que tenía hace una década, la producción láctea no solo no ha caído sino que se incrementa cada año. Las 450 granjas que permanecen en activo han logrado duplicar en este período su base territorial, su número de animales y la producción media por vaca hasta situarse entre las más competitivas del país. La mayoría de los establos lecheros barbanzanos se sitúan en los municipios de Outes, Lousame y, sobre todo, Mazaricos, que pasa por ser el principal ayuntamiento productor de la provincia y el quinto de Galicia. Actualmente los ganaderos atraviesan una de las crisis más graves de toda su historia con unos precios de la leche en origen -27 céntimos de media en la comarca- que difícilmente les alcanza a cubrir los costes de producción.

VACUNO DE CARNE

825 granjas

5.316 cabezas

Existen explotaciones dedicadas a la producción de carne vacuna en la totalidad de los municipios de la comarca -en Boiro, Ribeira o Porto do Son superan el centenar- si bien su reducido dimensionamiento hace pensar que se trata de una actividad más enfocada al autoconsumo que a la comercialización. Con todo, existen más de 250 granjas que superan el medio centenar de cabezas, en su mayoría de razas autóctonas como la ternera gallega o la morena del noroeste. Tras varios años de precios relativamente buenos y costes aceptables, los productores de carne atraviesan uno de los veranos más flojos de la última década. La época estival es el momento de mayor consumo y, por tanto, de mejores precios, si bien los excedentes y un bajón de consumo están provocando que ese repunte que se venía registrando en las cotizaciones con la llegada del mes de junio, no se haya producido este año.

OVINO-CAPRINO

190 granjas

2.210 cabezas

Outes es el municipio con un mayor número de granjas y cabezas de ganado ovino y caprino -45 y 430, respectivamente-, si bien el último censo agrario constata explotaciones repartidas por la zona. Ninguna de ellas alcanza un grado alto de profesionalización por lo que su orientación es claramente hacia el autoconsumo o hacia la venta minorista como complemento de otra actividad. La producción de este tipo de carnes está muy marcada por la estacionalidad a pesar de lo cual tiene un margen importante para crecer como apuntan desde la Asociación de Criadores de Ovino e Caprino de Galicia (Ovica).

PORCINO

435 criadores

7.070 cabezas

Ribeira es, según los últimos datos publicados por la Consellería do Medio Rural, el principal municipio de la comarca dedicado a la producción de carne de cerdo. De hecho, de las poco más de 7.000 cabezas que existen censadas en la comarca, entre reproductoras y de cebo, la mitad -3.539 en concreto- están ubicadas en granjas ribeirenses. Salvo el caso de casi un centenar de granjas dedicadas a la venta minorista y al cebo industrial, el resto de los establos censados continúan en activo como una actividad complementaria de otras, principalmente la vacuna. Tal y como apuntan desde el propio sector, buena parte de los que se dedican a la cría de cerdos en la comarca utilizan el comercio de proximidad para darle salida a su producto. Aunque han resultado muy fluctuantes durante el último lustro, los precios que registra el porcino parecen haberse estabilizado e incluso registrado un pequeño repunte desde principios de año. La lonja de Lleida -uno de los principales referentes del sector- marcaba una cotización de 1,25 euros por kilo durante la última semana, un 25% por encima de la que se registraba en enero.