Pablo Motos, Youtube, Patelo y el motor más pequeño sobre la faz de la tierra
BARBANZA
Ocho millones y medio de visitas en Youtube hicieron que Pablo Motos llamase a José Hermo para que acudiese a El hormiguero. El famoso vídeo que lo llevó a televisión se titula: El motor V-12 más pequeño del mundo, y en sus nueve minutos y veintiséis segundos de duración se muestran las miles de horas que Patelo, como todos conocen a Hermo, necesitó para crear con sus propias manos una auténtica obra de arte.
El pasado jueves, Patelo y su compañero Segundo López acudieron a la escuela náutica pesquera de Ribeira. Allí abrieron una puerta a la memoria, a otra forma de enfrentarse a la vida, una manera diferente de pelear contra el mar.
Los alumnos del centro, instruidos en las nuevas tecnologías, se quedaron de piedra ante el conocimiento de aquellos dos señores con mirada risueña. «Encántame vir ás escolas náuticas. Gústame estar cos rapaces e darlles unha parte pequena dos meus anos coma profesional», explica Segundo López, capitán de la marina mercante jubilado, que se encargó de mostrar a los chavales como se navegaba hace cuarenta y cincuenta años.
1.220 horas de trabajo
En la exposición, el motor V-12 fue la joya de la corona. Patelo utilizó 1.220 horas para crearlo. Necesitó 261 piezas y 220 tornillos, que elaboró a mano. Para crearlos utilizó un torno de ochenta años que adquirió en una chatarrería: «Cando o comprei tiven que facerlle unhas modificacións para poder realizar pezas tan pequenas». El material utilizado también lo consigue en chatarrerías. Usa acero inoxidable, bronce y aluminio, «algún tráemo un gran amigo meu que anda ao mar».
A Patelo y a Segundo, el tiempo de navegar ya les queda lejos. Ambos faenaron por medio mundo y ahora les toca ilustrar a los más jóvenes con sus años de experiencia. Es una tarea que les llena, «aos rapaces encántalle, cando comezamos a acudir aos centros pensamos que os rapaces pasarían completamente de nós. En cambio preguntan sen cesar», explica Segundo.
En la escuela náutica, los grupos de alumnos se quedan petrificados cuando comienza a hablar. Acaba de poner el vídeo de los ocho millones de visitas. Los jóvenes que acaban de bajar a gritos enmudecen al instante. No era necesario el reconocimiento de Pablo Motos, el único motivo que mueve a Patelo es este: «Provocar amor por este arte». El jueves lo consiguió con creces.