Los permisos para restaurar el pazo de A Mercé caducan y obliga a tramitarlos de nuevo

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Costas y Urbanismo ya dieron luz verde a la actuación

08 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Administraciones pueden transformar la ilusión por materializar un proyecto en un verdadero infierno, y sobre eso saben bastante los propietarios del pazo de A Mercé de A Pobra, que llevan años batallando para lograr que les autoricen la rehabilitación del inmueble. Es decir, que los dueños del histórico edificio, cuyos muros fueron testigos del nacimiento de algunas de las grandes obras de Valle-Inclán, están inmersos en una maraña burocrática para poder devolver al pazo su esplendor de antaño, todo ello con financiación privada. El último capítulo de esta novela es que, tras haber conseguido el que parecía el último permiso necesario, el de Urbanismo, los promotores de la actuación han tenido que volver a tramitar la autorización ante Patrimonio porque la que tenían ha caducado.

La solicitud

Hace una semana salió del Concello de A Pobra el expediente, igualito al que se envió la primera vez, para que este organismo autonómico expida, de nuevo, un documento autorizando la intervención según lo establecido en el proyecto.

Cuando Medio Ambiente reformó la ley de Costas, en el 2013, los dueños del pazo vieron la puerta abierta para acometer una mejora pensada desde hace años, ya que hasta ese momento habían tenido que ver como el pazo se deterioraba porque estaba afectado. Sin embargo, desde entonces no han hecho otra cosa que «mover papeles» y, desde luego, desembolsar dinero, todo ello sin haber puesto la mano encima a la construcción.

Uno de los titulares del edificio, Juan Boullón, asegura: «Yo ya no creo nada, pero tampoco voy a quedarme quieto». Por eso, continúa con su empeño en conseguir que el pazo vuelva a lucir con gallardía al pie de la carretera AC-305.