Mazaricos ha visto descender su censo en 2.700 personas desde 1996, mientras que Ribeira o Boiro ganaron solo unos mil habitantes en ese tiempo
04 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La crisis demográfica de la comarca comenzó hace años y no se vislumbran brotes verdes en el horizonte. La cifra de nacimientos en el hospital de Barbanza cayó en picado en el 2014 y eso es un reflejo de lo que viene ocurriendo con la población desde 1996. En estas casi dos décadas, el número de habitantes descendió en 9.812 personas, una cifra ligeramente superior a la población que tienen ayuntamientos como A Pobra o Porto do Son.
Hasta este año, y según las últimas cifras oficiales del INE, solo Ribeira, Boiro y Noia ganaban habitantes, ahora ni eso. Si se analizan los datos puede verse que la caída siempre ha sido muy superior al aumento. De hecho, en estos veinte años, el término ribeirense solo vio incrementado su censo en 993 personas. El ascenso boirense fue ligeramente superior, 1.128 vecinos y el noiés, anecdótico, 149.
Por el contrario, en este período de tiempo Mazaricos vio bajar su padrón en 2.721 ciudadanos, Muros en 1.948 y Carnota, en 1.764. Los datos de población que acaban de hacerse públicos ponen de manifiesto la pérdida de fuerza poblacional de la comarca.
Los regidores reconocen que el problema tiene difícil solución. La regidora muradana, Caridad González, señala que muchos jóvenes se empadronan fuera para acceder a becas, pero reconoce que la falta de empleo fuerza a otros muchos a marcharse. El teniente de alcalde rianxeiro, Carlos Gey, se muestra más optimista: «Confiamos en que se reverta a situación cando se mova o parque empresarial». Sin embargo, señala que este año se dieron de baja cuarenta inmigrantes. Este éxodo de extranjeros que vinieron a trabajar a la zona también se está dando en Ribeira y en Boiro.