Mazaricos lloró al recordar a Ramón Grille, «un home bo»

Xoán Ramón Alvite Alvite
xoán ramón alvite MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

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Los amigos homenajearon al buzo que falleció hace dos meses en Carnota

04 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Difícil aguantar la emoción y reprimir las lágrimas ayer en A Picota. Pese a que parecía un simple partido de fútbol todos sabían que, en el fondo, era mucho más. Se trataba de homenajear a uno de los suyos, a José Ramón Grille, Ramón de Caamaño, de 34 años de edad, que perdió la vida hace dos meses en Lira practicando submarinismo. Ayer fue recordado como un chaval alegre, extrovertido y muy buena gente, como dijo a los asistentes Fran López, uno de los organizadores, antes de entregar una placa a su hermana Lorena.

Fue el gesto que quisieron tener sus amigos con José Ramón Grille y con su familia. Lo hicieron apenas dos meses después de que el trágico destino quisiera que perdiese su vida en Lira practicando submarinismo, una de sus grandes pasiones. Como lo era también estar con sus amigos de la parroquia de Maroñas, con los que colaboraba activamente en cuanto le proponían pese a estar viviendo fuera. «Sempre foi un dos nosos. Cando estaba aquí e cando marchou para fóra. Nunca deixou de botar un man. Axudaba na casa, axudáballe aos veciños e a todos os que lle pedían un favor. Os que o coñeciamos sabíamos que sempre se podía contar con el. Era un home bo», reconocía emocionada una de las muchas personas que lo trató y que tampoco quiso faltar al acto. Como tampoco lo hizo la que era su esposa Mónica Ríos, que se mostró muy agradecida por las muestras de apoyo recibidas.

En realidad faltaron pocos. Y los que lo hicieron ya habían estado en un emotivo funeral que se celebró por la mañana en su parroquia natal de Santa Mariña o en la comida de confraternidad que tuvo lugar en un restaurante de la localidad.

Impronta

Solo han pasado dos meses desde el fatídico suceso de Lira y es normal que su recuerdo esté tan presente. Da la impresión, sin embargo, que aunque pasen dos años o veinte, los que lo trataron lo seguirán recordando de la misma manera; como una persona alegre y buena. Sobre todo, buena. En la vida tampoco debería aspirarse a mucho más.