Suspendida la búsqueda de los marineros del «Paquito Nº Dos»

M. Gómez Ribeira / La Voz

BARBANZA

Medio centenar de personas peinaron la costa para tratar de localizar los cuerpos.
Medio centenar de personas peinaron la costa para tratar de localizar los cuerpos. Marcos Creo< / span>

Tras doce días de batidas por tierra, mar y aire, el operativo se cerró ayer sin rastro de los tripulantes

29 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de que las esperanzas de encontrar los cuerpos de los marineros de Boiro Santiago Blanco y Antonio Hermo al noveno día del naufragio del Paquito Nº Dos se esfumasen -la teoría dice que los cadáveres sumergidos salen a flote pasado ese tiempo-, las fuerzas de amigos y familiares comenzaron a flaquear. Con todo, la búsqueda de los náufragos se mantuvo incansable hasta que ayer, doce días después del suceso, se suspendieron definitivamente las labores de rastreo.

«Agora só podemos esperar a ver se o mar os quere devolver». Quien hablaba así una vez que se puso el sol en el faro de Corrubedo, cerca de donde naufragó el Paquito Nº Dos el pasado día 16, era una de las decenas de personas que estuvieron peinando palmo a palmo el litoral por tierra, mar y aire. Después de varias jornadas en las que se sumaron al operativo lanchas y helicópteros tanto de Salvamento Marítimo como de la Xunta y la Guardia Civil, ayer la búsqueda se limitó prácticamente a las batidas a pie.

Cerca de medio centenar de personas recorrieron, un día más, las piedras de la costa de Ribeira hasta las inmediaciones de Baroña, en el vecino municipio de Porto do Son, con la vana esperanza de encontrar a los desaparecidos. Mientras, varias lanchas particulares llegadas desde Boiro escudriñaron el mar entre la isla de Sálvora y Corrubedo con el mismo decepcionante resultado.

Al final del día, y aunque ya por la mañana se respiraba un ambiente de resignación, la tristeza se instaló entre los allegados de Antonio Hermo y Santiago Blanco y entre el batallón de voluntarios que ayudó en la búsqueda: «Fíxose o que se puido, pero non os atopamos».