Sin noticias del narco varado en A Pobra

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Hoy se cumple un año de la aparición del cuerpo tiroteado y envuelto en un saco atado

21 dic 2014 . Actualizado a las 17:27 h.

La sucesión de temporales que sacudieron a la ría de Arousa en diciembre del 2013 acabó arrastrando a la costa el cadáver de un hombre con dos disparos en el omóplato y la cabeza. Su cuerpo estaba envuelto en un saco de plástico atado con cordeles. Ocurrió hace hoy un año en la playa de A Illa, en el entorno de la zona pobrense de Cabío. Los indicios apuntaron desde el principio a un ajuste de cuentas. Desde entonces poco más ha trascendido. El primer apellido del difunto era Torres, procedía de Cataluña y estaba presuntamente vinculado al narcotráfico. Doce meses después, las vías de investigación no han dado frutos y los responsables del caso mantienen las indagaciones, pero están estancadas.

Las hipótesis que se barajaron en este tiempo apuntaron siempre a un asesinato en el lado sur de la ría de Arousa. Allí, supuestamente, mataron a Torres y lo lanzaron al mar. Lo que no está claro todavía, por la falta de pruebas concluyentes, es si este catalán vino a Galicia desde su tierra natal para hacer negocios con algún clan arousano o si estaba aquí afincado trabajando para alguna organización de O Salnés.

El rastro de las llamadas de su teléfono móvil fue una de las primeras pistas que se analizó. El resultado de este trabajo nunca trascendió, pero algunas fuentes policiales señalan que si los investigadores -policía científica de la Guardia Civil de la Comandancia de A Coruña- hubiesen logrado algún avance, el caso habría cogido una dirección diferente.

Con el paso de los meses y tras la aparición de otro cadáver, este descuartizado y escondido en una cámara frigorífica en Ponteareas, se inició otra línea de investigación que sostenía que ambas muertes estaban relacionadas. Los agentes llegaron a vincular las dos defunciones con una conocida organización de narcotraficantes arousana. El paso del tiempo, nuevamente, y la ausencia de pruebas sólidas tumbaron esta línea.

Otra teoría que se barajó hasta obtener los resultados de las pruebas de ADN del cadáver, que permitieron identificar a Torres, hizo pensar que se trataba del narco boirense José Luis Fernández Tubío. Este barbanzano estaba en aquel momento en paradero desconocido y era el principal testigo de un sonado proceso contra el clan arousano de Los Pasteleros. Desapareciera del mapa pocas horas antes de comenzar el juicio.

Proceso de instrucción

El Juzgado Número 3 de Ribeira asumió desde aquel 21 de diciembre la instrucción del proceso judicial. Lo único confirmado es que la causa no está archivada, y que la investigación iniciada por la Guardia Civil sigue abierta, pero sin pistas que permitan avanzar. Basta decir que a día de hoy ni se practicaron detenciones ni hay imputaciones.