Los derrumbes de taludes a lo largo del trazado de la autovía de Barbanza causaron más de un problema durante el invierno pasado, y con este otoño todavía arrancando ya se registraron dos nuevos desprendimientos. Ante esta situación, y para evitar males mayores, Sacyr, la empresa encargada del mantenimiento del vial, ha tomado medidas iniciando una actuación que se prolongará durante dos semanas para reforzar los taludes dañados.
En concreto, los trabajos que comenzaron ayer, y que mantienen cortado un tramo de uno de los carriles de circulación en dirección a Ribeira, se desarrollarán entre los puntos kilométricos 32 y 28, en los que las lluvias del pasado mes de septiembre provocaron derrumbes. Lo que se hará durante las dos próximas semanas es construir unos muros que refuercen los taludes y eviten desprendimientos de tierra como los que se registraron el año pasado.
Daños anteriores
Precisamente en uno de los puntos en los que se está actuando ya fue preciso intervenir en invierno debido a otro desmoronamiento importante.
Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente explicaron que los últimos derrumbes no fueron demasiado graves, y, de hecho, los restos de sedimentos no llegaron a invadir la calzada como sí ocurrió en otras ocasiones. Se trata de una actuación preventiva cuya duración dependerá de las condiciones meteorológicas.