La mancomunidad gestiona con FCC la incorporación del concello rianxeiro, que tampoco dará su sí definitivo sin una reducción de costes
09 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Las reticencias mostradas recientemente por Noia a la entrada de Rianxo en Serra do Barbanza, con la que este ayuntamiento dejaría de enviar sus residuos a Sogama para tratarlos en la planta que la mancomunidad tiene en Servia, cogieron por sorpresa tanto a los responsables municipales rianxeiros como al presidente de la entidad supramunicipal, Ramón Noceda. Sin embargo, de momento no se teme por el proceso para la incorporación de Rianxo y el propio Noceda mostró su confianza en que llegará a buen puerto.
El posible incremento de los costes que tendrían que afrontar los demás concellos con la entrada del rianxeiro es lo que llevó al regidor noiés a mostrarse cauto antes de dar el visto bueno a la incorporación.
Por su parte, el alcalde carnotano y presidente de turno de Serra do Barbanza pide «paciencia» y explica que, en su opinión, la entrada de Rianxo «non ten por que aumentar o gasto». Dijo también que es importante que los pasos que se den no perjudiquen a los demás miembros de pleno derecho de la mancomunidad, de ahí que se siga negociando con FCC, la firma que gestiona las instalaciones de Servia. Precisamente, el pasado viernes hubo una reunión con la empresa para hablar de cifras, aunque por ahora «non hai nada definitivo».
Tranquilidad
«Hai que ir pouco a pouco e facer as cousas ben, pero coido que os de Rianxo poden estar tranquilos», concluyó. De lo que no se habla ya es de plazos.
Por su parte, en la casa consistorial rianxeira parece que, de momento, no ha cundido la preocupación. El alcalde, Adolfo Muíños, señaló que es consciente de la situación y de que la negativa de uno solo de los ayuntamientos que integran Serra do Barbanza los dejará fuera de la mancomunidad: «Estou convencido de que non haberá problema porque a nosa entrada vai supoñer unha rebaixa xeral para o conxunto dos concellos».
Esos son al menos, los datos que tiene ahora mismo el ejecutivo rianxeiro, que durante meses negoció el envío de su basura a Servia, un tira y afloja que aún no ha concluido: «Nós seguimos coas negociacións para intentar ir resolvendo os posibles atrancos, e tamén nós estamos pendentes do custo final do servizo antes da dar o último paso para adhesión a Serra do Barbanza. Queremos unha garantía de que non se vai producir un incremento das cotas».