Xilbarbeira defendió a capa y espada la tradición gallega ante cientos de boirenses

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Una exposición en Cimadevila, una degustación y baile animaron las fiestas

06 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Boiro está en plena ebullición festiva. Los vecinos le han echado un pulso a la lluvia para que la celebración brille aunque el cielo luzca más bien gris. El fin de semana está siendo más que fructífero para todos aquellos que llevan muy dentro el espíritu de esta celebración. El pregón que el grupo Xilbarbeira ofreció el viernes por la noche dio el pistoletazo a un programa que se ha cuidado con mimo y donde la tradición es la marca de identidad. El presidente del colectivo, Sergio Gómez, fue muy claro en su discurso al asegurar que el baile y la música tradicional tienen el mismo valor que otro tipo de vertientes más modernas y defendió el trabajo de todos los que componen la formación. Destacó, asimismo, el esfuerzo que se hace por conocer los trajes tradicionales típicos de cada rincón de Galicia, así como los pasos de baile y las melodías más características de cada zona.

Le cogió el testigo la profesora de baile Concha Rodríguez, que basó su discurso en agradecer a los padres de Boiro el apoyo que siempre han brindado al grupo, animando a los niños a participar en las actividades y asistiendo a sus actuaciones allá donde se celebren, «haga sol o llueva», añadió.

La pequeña Clara Lens, que participa activamente en la agrupación, tanto en las clases de baile como en las de canto, también quiso ponerse delante del micrófono para agradecer el cariño que les demuestran los vecinos.

Muestra al aire libre

Cimadevila presumió ayer de historia. Los escaparates se llenaron de fotos antiguas que acapararon la atención de los paseantes. El objetivo no era otro que recuperar la memoria colectiva y parece que se cumplió con creces. Cuando el reloj marcó el mediodía, comenzó una fiesta tradicional en la que participaron, además de Xilbarbeira, los grupos Aroña y Abeloura. Aunque algunos actos cambiaron de ubicación por la lluvia, no perdieron ni un ápice de su encanto.

En toda fiesta que se precie la gastronomía está presente y Boiro no iba a ser menos. Los vecinos pudieron disfrutar de degustaciones culinarias que comenzaron cuando el hambre empezó a invadir los estómagos de los festeiros. Al cierre de esta edición estaba previsto que actuara la banda de música de Ribadumia y, posteriormente, las orquestas Magos de España y Jerusalén. La música es un plato fuerte.