Investigan la muerte de tres perros que aparecieron en un tanque de agua de la Serra do Barbanza

María Hermida
María Hermida RIBEIRA

BARBANZA

Dos de los animales pertenecían a una protectora, de la que se le habían escapado, que creen que alguien mató a los canes y los dejó en el recinto

25 jun 2014 . Actualizado a las 18:36 h.

Una persona que paseaba ayer por la Serra do Barbanza buscando desesperadamente a su perro, que se había perdido, se topó con una desagradable sorpresa en el conocido como pozo de Lidón. En ese lugar, dentro de un tanque de cemento de los que permanecen llenos de agua para usarse en caso de incendio, flotaba el cadáver de tres canes. Ninguno era el de su perro. Pero se encargó de que esta aparición no pasase desapercibida. Poco después, la Guardia Civil de Boiro llegaba a la zona para hacer una inspección ocular. Y ahora es el Seprona el que se va a poner con la investigación. De momento, los cadáveres de los tres animales, dos ejemplares de caza y un mastín, fueron trasladados al hospital veterinario Rof Codina de Lugo para hacerles las autopsias y determinar qué causó su muerte. La protectora de animales Arca tiene mucho que decir en este asunto. No en vano, dos de los animales que aparecieron muertos, que tenían chip -el mastín ni llevaba identificativo ni tiene dueño conocido- le pertenecen a este colectivo. Su presidenta, Luisa Santos, explicó que ambos ejemplares se habían escapado la semana pasada en un paseo por el monte. Dijo que esto es algo que pasa habitualmente, pero que siempre vuelven porque llega la noche y echan de menos sus caniles y su comida. Pero en esta ocasión no regresaron y que desde la protectora empezaron a temerse lo peor. Ayer, con la aparición de los cadáveres, se confirmaron sus fatales pronósticos. A Luisa Santos le parece imposible que estos animales se hayan muerto accidentalmente. Dice que los animales nadan y que el agua estaba tan alta que podían salir perfectamente nadando del recinto de cemento -de aproximadamente metro y medio de alto- en el que aparecieron. Aunque de momento no tiene pruebas, está convencida de que los animales fueron víctimas de los cepos ilegales que se ponen para atrapar lobos o jabalíes, o que en su defecto fueron envenados. En todo caso, insiste en que «es imposible que muriesen por accidente. yo no me lo creo». La investigación intentará aclarar lo sucedido.

Se da la circunstancia de que, justo cuando estaban sacando fotos a los canes y supervisando su traslado a Lugo, los miembros de la protectora Arca también encontraron en esa zona una cabeza de un caballo. Miraron por los alrededores pero no toparon su cuerpo.