La solidaridad y el deporte unen a Ribeira con Nepal

BORJA OUJO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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El aventurero Roi Fontaíña acaba de regresar de su segundo viaje por el país asiático, donde realizó tareas humanitarias

10 jun 2014 . Actualizado a las 10:45 h.

Existe diferentes formas de hacer turismo. Hay gente a la que le gusta el de playa y descanso, pero luego está el que prefiere Roi Fontaíña que, cansado de ese tipo de viajes, decidió hace unos tres años convertirse en aventurero. La pasión por el trekking le ha llevado a puntos tan distantes como el monte Atlas en Marruecos, el Machu Picchu de Perú o a Nepal, a donde el ribeirense dirigió sus pasos en dos ocasiones.

Es precisamente el país asiático el que más ha marcado al barbanzano, que afirma que volverá siempre que pueda. Las montañas y la amabilidad de sus gentes le han cautivado. En su primera visita, hizo una ruta por la zona nepalí del Everest, y allí conoció las necesidades de los habitantes a los que no duda en ayudar en lo que puede.

Aparte de practicar el deporte que le apasiona, Fontaíña colabora en sus viajes con la oenegé The Direct Help. Su contacto inicial con esta organización fue en su primera expedición a este país; y no ha dejado pasar esta oportunidad para aportar su granito de arena a la causa.

Aunque considera que realizar este tipo de actividades solo es una experiencia única; en este último periplo, el ribeirense fue acompañado de Marta Muñiz, técnica en farmacia, y Esteban Cores, optometrista.

El objetivo era realizar una ruta por la zona del Annapurna. La primera parada fue la ciudad de Katmandú. Allí visitaron una casa de acogida a la que los niños acudían para aprender y poder tener cinco comidas al día.

Antes de partir, contactaron con Babbu Bullet, amigo nepalí de Roi Fontaíña, para que ejerciera de guía a lo largo del recorrido. El día a día en las montañas no es fácil. Las caminatas diarias duran una media de seis o siete horas. Cuando se encontraban cansados o veían que ya no podían avanzar paraban en algún pueblo del camino para descansar hasta el día siguiente cuando reanudaban la marcha. De esta forma transcurrieron los cerca de quince días que duró la aventura.

Planeando nuevos viajes

A pesar de que hace pocos días que volvió a tierras gallegas, Fontaíña ya está preparando nuevas hazañas. En estos momentos, su deseo es superar el límite de los siete mil metros de altura; y el lugar que tiene pensado para lograrlo es el Pico Lenin en Kirguistán. Será en julio cuando intente realizar esta hazaña.

Otro de los destinos que se encuentran en la mente del aventurero ribeirense, pero que por diversos motivos no ha podido realizar, es la subida al Kilimanjaro, en Tanzania.

En su agenda está marcado en rojo el mes de noviembre, cuando irá a Islandia con un amigo para conocer las zonas más inhóspitas de la isla.

Además de estas rutas, el barbanzano también está inmerso en otros planes, en colaboración con el Natural Outdoor de Ribeira. Este proyecto consiste en la organización de excursiones para grupos de personas a los que les guste el trekking a algunas de las zonas que él ya ha visitado. Según este aventurero, no hace falta una preparación especial para poder practicar este deporte, pero sí que es necesario tener un hábito de ejercicio físico.

Aparte de esto, según Roi Fontaíña, para alguien que no ha estado nunca en países con estos niveles de pobreza es necesario mentalizarse convenientemente, dadas las estampas de pobreza que se contemplan.