Carregal tiende puentes entre norte y sur

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

BARBANZA

MARTINA MISER

El empresario arousano se emocionó en el pleno que lo nombró hijo predilecto de Vilagarcía

23 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Era una fecha que Ramiro Carregal esperaba con mucha ilusión y Vilagarcía se vistió de gala para celebrarla con él. En un acto al que acudieron muchos de sus amigos, entre ellos el expresidente de la Xunta Xerardo Fernández Albor, el veterano empresario, que nació en Vilagarcía el 12 de mayo de 1927, fue nombrado hijo predilecto de su ciudad natal. Un título al que prometió «no defraudar».

A la una de la tarde, en el salón noble de Ravella, adornado para la ocasión con camelias, el alcalde Tomás Fole presidió el pleno extraordinario que suma a Carregal a la ilustre nómina de hijos adoptivos y predilectos de la ciudad. Le acompañaban, con sus mejores galas, los concejales del grupo de gobierno y también los del PSOE. No así los del BNG y EU, que decidieron no acudir. Fueron invitados asimismo los exalcaldes, Javier Gago, Enrique León, José Luis Rivera y Dolores García. El mandatario de Ribeira, y el exregidor y senador Torres Colomer, la presidenta de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, Sagrario Franco, su familia, sus amigos y miembros de las entidades que promovieron su nombramiento acudieron a un acto cargado de emoción.

Tras la exposición a cargo de Elena Suárez de los motivos en los que se basa el nombramiento, el regidor hizo un repaso de los logros personales y laborales del homenajeado, sin olvidar su compromiso con Vilagarcía y con las 16 entidades sociales, 20 culturales y 18 deportivas con las que colabora, lo que dio lugar a que recibiese en su vida 20 condecoraciones, entre ellas, la Medalla de Plata de Galicia.

El alcalde ribeirense, Manuel Ruiz, destacó la nobleza y humanidad de Carregal, del que dijo que «conseguiu, se cabe, unir aínda máis as dúas marxes da ría de Arousa».

Carregal Rey tuvo unas hermosas palabras para la ciudad que lo vio «nacer, estudiar y trabajar», y admitió que para él era un gran honor recibir el nombramiento. Luego recibió el título y la placa y estampó su firma en el libro de honor de la ciudad.