Una auténtica obra de arte luce en las inmediaciones del colegio de Olveira. Se trata de la escultura que lleva por título Proa ao mar y que en los años ochenta levantó Silverio Rivas. El paso del tiempo hizo mella en la estructura y el artista ha puesto todo su empeño en hacer que la figura vuelva a brillar en todo su esplendor. Precisamente, ayer por la mañana trató de limpiarla con una máquina de agua a presión, si bien hay restos de pintura que no han podido eliminarse del todo.
Tal y como han explicado fuentes del centro educativo ribeirense, ahora deberá ser el Concello el que mueva ficha para que la escultura recupere su belleza original. Al parecer, para eliminar los restos de forma definitiva será necesario utilizar otra máquina más compleja.
Habrá que esperar para ver si el Ayuntamiento toma cartas en el asunto y la escultura de Silverio Rivas luce como antaño.