El pasado viernes tuvo lugar en un restaurante del municipio de Oleiros la despedida del teniente de la Guardia Civil José Manuel Sánchez Murias, que durante los últimos cinco años estuvo al frente de la unidad de Investigación Criminal de la Policía Judicial de A Coruña. Medio centenar de personas asistieron a la comida homenaje para despedir a Murias, que ha sido ascendido y tiene en la comandancia de Lugo su nuevo destino.
Compañeros suyos destacaron que bajo el mando de Murias se realizaron numerosas operaciones contra la delincuencia organizada con el resultado de diversos grupos detenidos y el esclarecimiento de más de 200 robos en chalés de toda Galicia. Además, tuvo una participación decisiva en casos como el del asesinato de la niña Asunta Basterra, los descuartizados de Aranga y muchos más que no tuvieron la misma repercusión social.
Con la marcha del teniente Murias «no solo se va un profesional, también se despide un amigo que nunca descuidó a sus subordinados, a los que respaldó cuando fue necesario demostrando una valía y saber estar fuera de toda duda», aseguran. Nunca una despedida despertó tantos lamentos e incluso lágrimas en algunos casos. El teniente Murias, con su gran capacidad de trabajo y un amplio conocimiento de la investigación operativa, logró que los grupos bajo su mando consiguieran altas cotas de resolución policial.
«La Guardia Civil de A Coruña pierde a uno de sus mejores hombres, un teniente que siempre se relacionó más con subordinados que con superiores, que hizo de la sencillez su bandera y que se ganó el cariño y la admiración de sus subalternos», añadieron las mismas fuentes.