La nueva residencia que la asociación Amicos ha construido en Boiro entrará en funcionamiento la próxima semana, tal y como explicaron ayer en la entidad. Los primeros usuarios serán ocho niños que requieren apoyo residencial urgente y que ocuparán algunas de las 33 plazas con las que cuenta este inmueble. Además, se pondrán en marcha otras estancias, como la cocina, que son imprescindibles en el día a día. La previsión es que a lo largo del verano el centro esté funcionando en su totalidad.
La unidad de rehabilitación y estimulación, que está en buena parte equipada, tiene capacidad para 50 personas. Según sus responsables, el horizonte del verano sirve también para fijar su actividad al 100%. En el edificio está previsto que trabajen seis personas que ya pertenecen a la asociación Amicos y que se repartirán en turnos de mañana, tarde y noche.