El periodista recordó el acoso al que lo sometió ETA y algún mal trago de su trabajo

La Voz

BARBANZA

28 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Luis del Olmo, además de visitar Jealsa, realizó un maratoniano recorrido por la comarca. se desplazó a parajes naturales como las dunas, conoció entidades como Amicos y pronunció un emotivo discurso en el Concello de Boiro, lugar en el que Exxpopress, un club formado por profesionales de la comunicación, le entregó el título de socio de honor y la insignia de plata de la entidad. Del Olmo pronunció un sentido discurso. Con esa voz tan suya, contó numerosas anécdotas de su profesión, sin obviar los peores tragos. Algunos sonaron tremendos, como cuando recordó que ETA intentó ir a por él en ocho ocasiones. O cuando explicó que la madre de una de las etarras que quiso matarle se dirigió a él: «Me pidió perdón por lo que su hija había intentado hacer», dijo.

Tirando de humildad, contó que tuvo que tragar con «sapos» para que le dejasen seguir con su carrera. Recordó al Felipe González aspirante a la Moncloa entrando a la radio con su chaqueta de pana, o la valía de Adolfo Suárez. Tuvo palabras para un conocido boirense, Luis Blanco Vila, viejo amigo suyo y presente en el acto de ayer. Y demostró que, más allá de periodista, es un hombre enamorado, y un cariñoso padre y abuelo. No en vano, cada pocas palabras, tenía un guiño para para Merche, su mujer, que le miraba desde las butacas del público del salón de plenos boirense. Además, contó cómo vivió que uno de sus hijos fuese corresponsal en Afganistán. Y los ojos de plato que van a poner sus nietos cuando llegue a Barcelona y les narre lo vivido estos días en Galicia.

Antes de despedirse de Boiro, plantó un árbol, un olmo, en el parque de la comunicación.