Después de largo tiempo de espera, en abril del año pasado comenzó a funcionar el punto limpio de Porto do Son. Las instalaciones, preparadas para el depósito de todo tipo de desechos, estuvieron operativas durante apenas nueve meses en el 2013, un tiempo en el que se retiraron del recinto casi 38 toneladas de residuos, además de 25 metros cúbicos de escombro.
Desglosando los datos, el principal aporte de basura realizado en el punto limpio desde su puesta en funcionamiento es de madera, con más de 23.000 kilos de este material, lo que supone una gran diferencia con respecto a otro tipo de desechos.
Por contra, en el recinto municipal se recogieron apenas 980 kilogramos de televisores y ordenadores y 1.800 de colchones. En cuanto a los residuos procedentes de la construcción, se contabilizaron cinco contenedores con 5 metros cúbicos de capacidad cada uno.
Por meses, la mayor actividad se registró el pasado mes de octubre, cuando se retiraron del punto limpio de Porto do Son más de ocho toneladas de residuos.
Práctica persistente
Sin embargo, la puesta en funcionamiento de las instalaciones municipales no sirvió para erradicar los vertidos de basura incontrolados en distintos puntos del ayuntamiento, y colchones, televisores, desperdicios y restos de escombro siguen campando a sus anchas.
Sin ir más lejos, ayer mismo, en el vial que conduce al puente medieval del río Sieira podían verse desechos tirados en la cuneta, una estampa que permanece invariable desde hace semanas.