Amigos y familiares mantienen la lucha de Ramón Sampedro

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

monica ferreiros

Conmemoraron con una lectura de textos el aniversario de su muerte

13 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Después de una larga temporada reclamando el derecho a morir dignamente, el 12 de enero de 1998, Ramón Sampedro ponía fin a una situación que él calificaba de infierno. Ayer, 16 años después, un grupo de amigos y familiares cumplían con la tradición de reunirse en la playa de As Furnas para rendirle un sentido homenaje pero, sobre todo, para confirmar que la lucha continúa. Lo hicieron, como siempre, echando mano de textos escritos por el tetrapléjico que, pese al tiempo transcurrido, siguen estando vigentes.

Ni siquiera el sol quiso perderse la cita anual en la «pedra maldita», desde la que Sampedro se lanzó aquel fatídico 23 de agosto de 1968. Sus rayos se colaron entre el medio centenar de personas que, desde el acantilado, desafiaron al mar embravecido dejando constancia de que la férrea lucha que él emprendió sigue viva.

Fue el promotor del homenaje, Pepe Vila, el que abrió el turno de lecturas con A boa vida. Un poema que, como muchos otros de Sampedro, defiende «a vida libre, non a encadeada». Con el sonido del mar como telón de fondo, fueron tomando la palabra cuatro sobrinos del homenajeado y dos miembros de Derecho a Morir Dignamente, Joaquín Fernández, procedente de Euskadi; y Carmen Vázquez, expresidenta de la delegación gallega del colectivo.

Cerró la lectura Manola Sampedro, también sobrina del tetrapléjico sonense. Eligió para la ocasión el prólogo que Manolo Rivas escribió para el libro Cando eu caia bajo el título A nana do neno libre. En él, se refería a Sampedro como el valiente que «non tivo medo de ir ao país da verdade, á terra do demasiado lonxe».

El acto sobre los acantilados de As Furnas se completó, como viene siendo habitual, con el lanzamiento al mar de claveles rojos. Antes de dejar desierto el frío enclave, la música tradicional de Queixucas de Xuño y unas palabras de Pepe Vila: «A loita continúa, compañeiro».

Logros y retos

El que fue uno de los mejores amigos del tetrapléjico sonense quiso agradecer a Ramón Sampedro su lucha: «O seu esforzo serviu para que hoxe teñamos leis que nos permiten non seguir vivindo nunhas condicións determinadas». Vila se refería así a la Lei de Cuidados Paliativos, una norma que, según dijo, es necesario publicitar: «Os que hoxe estamos aquí temos que loitar para que chegue a toda a cidadanía».

Pero esta no es la ley que durante la última etapa de su vida y con su muerte exigió Ramón Sampedro. Él quería más y los herederos de su legado, con Vila al frente, se comprometieron ayer a seguir luchando por «liberarnos cando queiramos».