Emilio Neira, vecino del municipio coruñés de Rianxo, de Taragoña para más señas, y profesor de francés, ha decidido tomar medidas drásticas en el pulso que mantiene con la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Teruel, donde ejerce como interino. Después de agotar las vías de diálogo, recurriendo incluso al jefe de Inspección Educativa de Teruel y a la directora del Servicio Provincial de Educación, hoy empezará una huelga a la japonesa que mantendrá hasta final de curso.
A partir de ahora trabajará cinco horas más a la semana. Es su forma de rebelarse contra dos decisiones tomadas por los responsables de la escuela. Una de las cuestiones que critica es la unificación de los niveles intermedio I y II, lo que le obliga como profesor a dividir el tiempo de clase entre los alumnos de un y otro grupo.
El otro asunto que le ha llevado a hacer huelga es la expulsión, tras mes y medio de curso, de alumnos menores de 14 años que acudían como oyentes, algo que considera «inxustificable» porque «non existe ningunha lei que o prohiba ou que estableza un límite de idade», algo que comprobó antes de aceptar a estos alumnos en el aula.
Respecto a la huelga a la japonesa, es una iniciativa que toma en solitario. Sobre el apoyo de sus compañeros a esta medida, subraya: «A dirección do centro foi a que me levou a este extremo, e hai outros mestres que me apoian pero teñen medo. Ao fin e ao cabo eu estoume xogando o meu posto de traballo, pero antes que profesor son persoa».
Neira carga también contra la «imposición de leis incomprensibles» y se plantea incluso dejar la enseñanza porque «non quero ser cómplice deste desmantelamento educativo».