Algunos mariscadores cogieron los topes en dos horas y otros en cinco
29 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Ganas de volver al mar. Ese era el sentimiento generalizado de los mariscadores de Ribeira que ayer comenzaron la campaña después del parón impuesto, primero, por la presencia de toxina en la ría, y, después, por el mal tiempo. La llegada a puerto de los productores fue escalonada, y aunque se podían escuchar opiniones para todos los gustos, la conclusión generalizada es que había cantidad de marisco suficiente para que todos los profesionales cogiesen los topes (diez kilos por persona) y este tenía una elevada calidad. Otra cosa fue la subasta, en la que el bivalvo se vendió a precios bajos en comparación con años anteriores.
En el caso de la almeja babosa, el precio máximo alcanzó los 37,15 euros, aunque ayer en la lonja los mariscadores recordaban como este producto llegó a venderse a 60 euros en otros tiempos. Muchos productores reconocían que tenían la esperanza de que en la subasta alcanzase los 45 euros.
En la cofradía mostraban ayer una satisfacción comedida por los precios alcanzados en la primera subasta. El patrón mayor, José Pérez, confesaba que «non podemos queixarnos», a la vez que reconocía su temor a que el marisco se vaya terminando con el paso de los días: «É certo que non temos moito, pero para iso están outros bancos que estamos reservando para ir cambiando no caso de que nestes -por O Touro y a Insua- se queden sen nada». Pérez se refiere a la zona 1, que incluye los bancos de Aguiño y Castiñeiras.