Degustaciones y exhibiciones llenaron el programa de la última jornada
19 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La feria Artemar de Ribeira echó ayer el cierre con un balance muy positivo en cuanto a afluencia de personas a la ciudad y nivel de participación en las actividades. La jornada volvió a ser una auténtica explosión de colores y sabores, repartidos por todo el casco urbano.
En las carpas de la plaza de España, el pintor Antonio Pérez culminó una obra sobre el dolmen de Axeitos, mientras que el escultor Jontxu Argibay modelaba figuras ante la atenta mirada de los visitantes. También en este lugar, el especialista Fernando Álvarez mostró al público la elaboración de cócteles con licores de Habelas Hailas.
Mientras tanto, en la plaza del Concello, la Asociación de Amas de Casa de Ribeira conquistaba paladares con una degustación gratuita de bacaladilla marinada, cuya preparación podía seguirse en el interior de la propia carpa.
Comparsa de cabezudos
Entre las múltiples sorpresas de Artemar, el sábado tuvo lugar la presentación de una comparsa formada por siete cabezudos, creados por Gonzalo Sarasquete. La comitiva, acompañada por A Gandaina, recorrió por primera vez las calles a iniciativa de la entidad Flor de Toxo.