La coronación y desfile de las reinas fue el colofón a cinco jornadas de celebraciones
05 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Después de cinco jornadas de fiesta ininterrumpida, los ribeirenses se despidieron ayer de sus celebraciones veraniegas hasta el próximo agosto. Y, como siempre, lo hicieron a lo grande, con una de las tradiciones más llamativas y coloristas de las que incluye el variado programa de actividades. Si el sábado fue la Virgen del Carmen la que acaparó el protagonismo en Ribeira, ayer no tuvo más remedio que cederle el cetro a las diecisiete reinas de la flor, coronadas en una concurrida ceremonia que dio paso al espectacular desfile por las calles de la ciudad.
Las impresionantes carrozas no desmerecieron en absoluto a sus ilustres ocupantes, que, acompañadas por sus damas y pequeños pajes, repartieron pétalos de flores a diestro y siniestro durante su peregrinación por el centro de Santa Uxía.
Traca final
Aunque las fiestas remataron ayer, la traca final comenzó ya el sábado. No en vano, a medianoche tuvo lugar la tradicional tirada de fuegos artificiales, un espectáculo pirotécnico que no dejó indiferentes a los cientos de personas que lo contemplaron desde distintos puntos de la ciudad. Luego, llegó el momento de que la plaza de España vibrase con una de las últimas actuaciones estelares de esta edición de los festejos, la del grupo Lagarto Amarillo.
En cuanto a la jornada de ayer, al cierre de esta edición estaba previsto que María do Ceo y la orquesta Ritmo Joven clausurasen las celebraciones.
Verano.es