Noche de coplas con Javier Krahe

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Javier Romero

El cantante madrileño volvió a Barbanza, una comarca que conoce bien por un hermano que veranea en A Pobra

09 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La visita de Javier Krahe a Barbanza tiene dos lecturas. La artística, por su actuación del domingo por la noche en Boiro, y la personal. Esta esconde una estima especial del cantautor por esta zona de la costa gallega, que conoce bien por uno de sus hermanos, que veranea en A Pobra desde hace 35 años. Por eso, el exsocio musical de Joaquín Sabina en los tiempos de La Mandrágora sabe de sobra el terreno que pisa, ya que «son muchas las veces que vine a pasar varios días de descanso».

La del domingo fue una jornada que Krahe disfrutó desde la mañana en la comarca. Comió en el pazo pobrense Torre Xunqueiras en compañía de amigos y de una fan suya de Palmeira. La tarde transcurrió tranquila. Paseos y la prueba de sonido previa a la gran cita.

Patio de butacas

A Pousada das Ánimas es una sala de conciertos camaleónica. Lo mismo da que suene Siniestro Total -con su metralleta de decibelios- que Iván Ferreiro -con sus melodías de pop pausado-. El local se adapta, y lo que es más importante, su público más fiel también. Pero la actuación de Krahe implicó algo más. Para empezar, la audiencia se sentó en sillas perfectamente alineadas. Eso le dio ventaja al artista, que en el cuerpo a cuerpo es un experto a la hora de escenificar sus afiladas coplas. La respuesta de la audiencia fue, en cada pausa, siempre la misma: risas y aplausos. El espectáculo duró dos horas. La empatía entre el que cantó y los que escucharon fue absoluta. Y es que primó la cercanía, tanto dentro como fuera del escenario.