La Semana Santa se vive a cubierto

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

SIMÓN BALVÍS

La lluvia solo permitió que saliese a la calle la procesión del Paso de Ribeira

29 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En vista del negro panorama que presenta un cielo que tiene toda la pinta de seguir encapotado de aquí al domingo, este año parece que no quedará más remedio que vivir la Semana Santa a cubierto. Eso, al menos, es lo que tuvieron que hacer ayer tanto en Porto do Son como en A Pobra, mientras que la previsión era que en Noia y Boiro hiciesen lo propio ante la incesante lluvia. Los únicos que tuvieron la satisfacción de vivir en las calles la principal cita de estos días de Pasión fueron los vecinos de Ribeira, que el miércoles por la noche participaron en una procesión del Paso muy concurrida pese a las previsiones meteorológicas.

Los ochenta cofrades encargados de organizar el desfile que partió de la iglesia de Santa Uxía respiraron aliviados cuando comprobaron que el cielo había dejado de derramar agua y podían iniciar un recorrido que, debido a la amenaza de lluvia, varió para que fuera más corto. Pese a ello, cayeron algunas gotas a mitad de camino que no lograron deslucir una procesión en la que participaron cerca de trescientas personas y en la que la hermandad del Paso estrenó un nuevo escudo con su nombre.

Menos suerte tuvieron los desfiles previstos para ayer por la tarde. Después de una mañana en la que parecía que las precipitaciones darían una tregua, la lluvia volvió a hacer acto de presencia por la tarde echando por tierra las esperanzas de vecinos y cofrades de ver salir a los santos en procesión.

Suspensión

La primera cita de la tarde de ayer era en Porto do Son, y tal como temía la Cofradía da Pasión do Noso Señor, la procesión no pudo salir siquiera de la iglesia de Noal y no quedó otra que plegar velas y esperar que el tiempo acompañe durante la jornada de hoy.

De no ser así, el Encontro, previsto para las once de la mañana, tendrá que celebrarse por primera vez en el interior del templo parroquial.

Más de lo mismo se vivió ayer por la tarde en O Caramiñal. El sacerdote de la parroquia pobrense, Manuel Villar, lamentó que el desfile no pudiera celebrarse y, lo que es peor, que las previsiones apuntan a que seguirá lloviendo durante todo el fin de semana: «Se isto segue así, seguramente non sairá ningunha procesión, con este tempo é imposible sacar aos santos», dijo el cura.

También Os Caladiños

Esto supondrá que las citas religiosas programadas en los próximos días tendrán que celebrarse también a cubierto, incluyendo la tradicional procesión de Os Caladiños, que, de no poder desarrollarse, será sustituida por un acto en torno a la virgen de los Dolores.

Tampoco en O Deán pudo salir la procesión debido al aguacero que caía sobre la comarca a la hora a la que estaba fijado el desfile, mientras que, al cierre de esta edición, tanto los vecinos de Boiro como los de Noia seguían mirando al cielo, la verdad, con pocas esperanzas de que la lluvia cesase por fin para permitir la salida del Ecce Homo y de la procesión de la Cena del Señor.