Tras el anuncio realizado por la conselleira de Benestar el pasado mes de mayo para dotar al municipio sonense de una guardería pública, el ejecutivo local se puso manos a la obra para agilizar los trámites todo lo posible. El último paso en este proceso se dio ayer con la aprobación en el pleno de la modificación de las normas subsidiarias para que la casa del mar pueda dar cabida a la futura escuela infantil.
Según las normas urbanísticas, el uso del edificio era exclusivamente sanitario, por lo que hubo que cambiar su calificación para habilitar espacio para la guardería. Otro de los puntos tratados en la sesión de ayer fue un reconocimiento extrajudicial de crédito para el pago de facturas sin partida presupuestaria, y también se abordó la aprobación del precio público para las visitas al Museo do Mar sonense.
En este punto, el pleno se convulsionó cuando la oposición preguntó por la contratación del personal para el museo, hasta el punto de que los ediles del BNG se levantaron y se sentaron entre el público. Luego, el PSOE abandonó el salón de plenos.