El presidente Feijoo estrecha lazos con Ribeira

BARBANZA

SIMÓN BALVÍS

31 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La visita institucional que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, realizó a Ribeira el pasado miércoles no estuvo exenta de confidencias por parte del responsable autonómico gallego, ni de alguna que otra broma. Todo ello sin que el acto perdiese ni un ápice de formalidad y seriedad. Al término de la comparecencia oficial, el alcalde, Manuel Ruiz, entregó al dirigente una escultura de Sargadelos del Faro de Corrubedo. Fue entonces cuando Feijoo dijo que en Ribeira había buenos servicios de información porque, hacía dos semanas, había estado disfrutando de un atardecer, de forma privada, junto al faro de Corrubedo.

Muchos encuentros

El presidente tuvo tiempo de reunirse con los portavoces políticos, Herminia Pouso, Rosa García, Xosé Cobas y Andrés Fariña, y los exalcaldes José Antonio Ventoso, José Luis Torres y Ricardo Pérez Queiruga, así como de conversar con los hijos adoptivos del municipio, Ramiro Carregal y Magdalena Bringas.

Una firma para siempre

No abandonó Feijoo el despacho de la alcaldía sin firmar en el libro de honor del Concello. Posteriormente saludó a los ediles Dolores Elorduy, Juan Luis Martínez, Vicente Mariño de Bricio o Manuel Emilio Pérez, que aguardaban el inicio del acto oficial en el pasillo de la casa consistorial.