La música no para de sonar en la villa, donde se suceden las actuaciones
26 ago 2012 . Actualizado a las 06:00 h.Mientras Kiko Veneno ultimaba los temas que ofrecería en la Alameda de Noia -su actuación estaba prevista al cierre de esta edición- fueron muchos los músicos que mostraron su talento en escenarios llenos de encanto. Y es que si algo no falta en San Bartolomeu es la música. No hay un minuto de silencio. El bullicio recorre las calles y esto es un hecho que viene a demostrar que el ambiente festivo no decae por mucho que pasen las horas.
Apenas hubo estilos que no se abordaran en los conciertos. Desde el rock a la música tradicional se dieron cita en la villa. El viernes por la noche, la actuación del grupo O Fiadeiro causó gran expectación entre vecinos y visitantes. Decenas de personas se agolparon en la plaza de O Tapal para disfrutar de temas típicamente gallegos. Muchos se atrevieron a cantarlos.
También de baile se llenó la Alameda con la exhibición que ofrecieron los alumnos de Magaly Angueira. Se intercalaron sus pasos con las demostraciones de taekuondo de los deportistas del gimnasio Maniotas.
El poder del rock
Los amantes del rock y del blues también tuvieron la oportunidad de disfrutar con el concierto de Shanga. Abraham Romo, nieto de Prudencio Romo, forma parte de esta banda noiesa que ofrece temas propios que con el tiempo se han ido haciendo un hueco en el mundo de la música. Como no podía ser de otro modo, Strabismo también formó parte del cartel. El jueves por la noche también tuvo como protagonistas a Roberto Sobrado y su banda, de la que forma parte Germán Fernández da Ponte, nieto del escritor José Fernández da Ponte, al que se rindió un homenaje en la casa de cultura con la presentación de la obra póstuma Latexos.
El baile y la música tradicional del grupo O Fiadeiro causaron gran expectación FOTos: marcos creo
La Alameda acogió una exhibición de danza
Germán Fernández, en un momento del concierto