En Carnota, donde también cuentan con un PAI, tampoco andan sobrados, aunque se espera que con la apertura de la escuela infantil de la Xunta el próximo curso sobren plazas.
Por su parte, en el PAI de Outes, que tiene una mayor flexibilidad a la hora de dar entrada a los pequeños, no hay problemas, como tampoco se registran en Noia, donde las guarderías privadas son suficientes para atender toda la demanda existente, igual que en Portosín, donde el único centro del municipio tiene un aula cerrada.